Un final para la esperanza: la arrancada de Ferran Torres, el esprint ganado a Messi por el extremo de 17 años (casi nada) y el pase en profundidad con la zurda a Santi Mina, que no pudo superar a Cillessen. El Valencia tuvo orgullo y sacrificio para aguantar el tirón azulgrana y solo la genialidad de Messi decidió el choque con un centro a Luis Suárez. La defensa de Marcelino se mantuvo firme toda la noche (sobresalientes los centrales Gabriel Paulista y Vezo) y Coquelin marcó la raya en la medular. El VCF se soltó en la segunda parte, entró en acción Parejo, pero solo pudo disparar una vez entre los tres palos (Umtiti y Piqué también estuvieron implacables). Mejoró el cuadro de Marcelino con los cambios: Maksimovic, Ferran y Santi Mina le dieron más salida. Zaza no tuvo ni un minuto por problemas estomacales.

La primera parte fue un monólogo azulgrana. Parejo perdió seis balones en 20 minutos, señal de que el capitán estaba fuera del partido, sin el hilo para repartir el juego entre sus compañeros. El portero Jaume no sabía a quién enviar el esférico: nadie lo quería en el Valencia. Los jugadores de Marcelino estuvieron muy desafortunados con la pelota y especialmente Andreas Pereira, un verso suelto en el Camp Nou.

La suerte es que el Barça fallaba el último pase. Marcelino no podía estar contento. La posesión llegó a 80% por 20. La manopla derecha de Jaume a un disparo cruzado de Jordi Alba mantuvo la primera mitad con empate a cero.

Luis Suárez dejó su marca en una entrada durísima a la rodilla de Vezo sin recibir tarjeta. La impunidad acostumbrada. El Valencia solo llegó a la portería de Cillesen en el último minuto de la primera parte, con un tiro desde fuera del área de Montoya.

El desgaste físico del conjunto de Marcelino, persiguiendo el balón toda la primera mitad, era previsible pagarlo en el segundo tiempo. Por momentos, con Vietto incrustado en posición de lateral izquierdo, el partido recordó a aquel Barça-Inter de semifinales de Champions cuando Mou colocó a Eto´o también de lateral para frenar las acometidas culés.

El panorama cambió en la segunda mitad. El Valencia había adelantado una veintena de metros su posición, Parejo entró más en juego en la reanudación y Coquelin mostró personalidad.

El gol de Suárez

Cuando mejor estaba el Valencia llegó Messi, atrajo tres defensas hasta la línea de fondo y su centro al segundo palo lo cabeceó con rabia a gol Luis Suárez, superando hasta el propio brazo de Gayà.

Marcelino buscó la sorpresa con Ferran Torres por el ya exhausto Carlos Soler. Después dio paso a Santi Mina. Entre los dos, Ferran y Santi, pusieron en aprietos a Cillessen. Una jugada para el optimismo; la velocidad y visión de juego del extremo de Foios se concilió con la ambición del delantero gallego. Solo se interpuso el pie de Cillessen. Mestalla tiene la última palabra.