La Rosaleda también significó el regreso de Jeison Murillo a los terrenos de juego. El central colombiano, ausente los tres últimos meses por lesión, rindió a un nivel óptimo, aunque notase el cansancio al final: «Han sido momentos difíciles, pero estoy contento de estar de vuelta. Es difícil coger el ritmo, pero el equipo lo ha hecho más fácil para mí. Es difícil retomar el nivel, pero estoy satisfecho», aseguraba. Murillo, apodado «Panita» en el vestuario (sinónimo colombiano de «amigo»), reconoció que deben trabajar más la defensa del balón parado.