«Tengo la impresión de que mi nacimiento sea posterior a mi residencia aquí. Residía aquí, y después fue cuando nací». Simone Zaza utilizó esta semana en su cuenta de Instagram una frase atribuida a Jorge Luis Borges, que el escritor Leonardo Sciascia rescató como introducción de su libro «Kermesse», en el que recoge refranes y expresiones típicas de Racalmuto, la pequeña localidad siciliana en la que nació. El delantero valencianista aprovechó el descanso de dos días después de la victoria en Málaga para realizar una escapada a su pueblo, Metaponto, en la región de la Basilicata. Simo quiso recargar pilas y desconectar entre su gente, paseando por la playa, entre la tranquilidad de los vestigios arqueológicos griegos, sin turistas en invierno.

Con esa declaración de amor a su localidad natal en redes sociales, Zaza ha «reseteado» la mente después de unas semanas complicadas. Su último gol se remonta al 9 de diciembre del pasado año, en la victoria contra el Celta en Mestalla. Desde entonces, coincidiendo con la mala racha de resultados, el nivel del delantero italiano ha caído en picado. Sin contraste de grises, Zaza había pasado de encadenar la mejor racha de partidos consecutivos marcando, desde Mundo, a entrar en una espiral negativa agravada por la expulsión contra el Villarreal. La llegada de Luciano Vietto y la rueda rotatoria en la titularidad por la concentración de partidos de Copa del Rey en enero descentraron a un futbolista que en la primera vuelta se había sentido poderoso, asentado en el «once». En lo que se lleva de 2018, cinco veces ha salido al campo desde el banquillo, con un rol de revulsivo que no le es del todo cómodo y que le hizo reaccionar con excesivo temperamento a las indicaciones de Marcelino, como sucedió en el partido contra el Madrid.

Preguntado ayer sobre el momento del delantero, Marcelino alabó el cambio de actitud de Zaza después pasar un bache: «Lo veo supercentrado y supersereno. Ahora está francamente bien. Quizás hace unas fechas no estaba así. Pero ahora está muy bien: gran estado de ánimo, actitud fenomenal. No me preocupa en nada su estado mental ni físico. En la temporada hay situaciones que se dan. Ahora hay otros jugadores que están actuando un poco más. Y todo irá a su cauce. Yo intento ser justo y poner en el campo los mejores jugadores para ganar el partido».