Pasada la travesía del desierto de las lesiones y del cruce copero ante el Barcelona, el Valencia vuelve a sentirse fuerte. Marcelino recuperó anoche a un puñado de jugadores extraviados en las últimas jornadas: Carlos Soler, Guedes, Rodrigo y Zaza volvieron a parecerse a sí mismos, y eso se tradujo en un Valencia fortísimo para doblegar la excelencia técnica del cuadro de Setién.

Sostenido por la consistencia de Kondogbia y Parejo, el centro del campo volvió a brillar con la profundidad de los interiores, Carlos Soler y Guedes, palabras mayores en la primera vuelta.

A ellos se unieron los dos delanteros algo apagados de las últimas fechas, Rodrigo y Zaza, para recobrar la pegada. Es lo que quería Marcelino, llegar con una sustancial ventaja de ocho puntos respecto al Sevilla en la visita del sábado al Sánchez Pizjuán.

La Champions está en juego y el Valencia llega con la forma restablecida. Y el banquillo nutrido de Coquelin y Ferran Torres, dos reservas anoche de lujo. Las noticias positivas para el técnico asturiano se acumularon con la portería a cero después de 14 jornadas seguidas de ver la meta agujereada.

El Betis había entrado más fresco en el encuentro, recreándose en su dominio del toque. Joaquín, de 37 años, le tiró una carrera a Montoya y le ganó. El ataque posicional del conjunto verdiblanco, sin embargo, se estrelló contra el orden y la firmeza de Gayà, origen del primer gol de los de Mestalla. El lateral zurdo de Pedreguer está completando una temporada fastuosa, ahora que las lesiones le respetan. Gayà subrayó la importancia de sacar la pelota jugada: recuperó el balón en su zona y lo filtró perfectamente a Guedes, que divisó el horizonte.

El envío en diagonal del extremo portugués, de unos 30 metros, tenía como destinatario a Rodrigo, rapidísimo para superar primero a Amat y después, tras tocar con la bota derecha, a Bartra. En otra temporada, Rodrigo habría disparado al muñeco (Adán), pero ahora no. Rebosante de confianza, el hispano-brasileño colocó de rosca al palo del portero, muy pegado al poste y a media altura, su décimo tanto en la Liga. Definió como los grandes.

Barragán, muy agresivo, mucho más que en sus discretos años en el Valencia, vio la amarilla por una entrada a Guedes. Antes se había ido sin castigo tras un codazo a Gayà. Se había lesionado Santi Mina pasada la media hora y se le presentaba a Zaza una nueva oportunidad. El Valencia ganó peso tras el gol de Rodrigo. Kondogbia y Parejo tomaron posesión del centro del campo. Guedes y Gayà se animaron por la izquierda; Montoya y Carlos Soler por la derecha. Esto marchaba como en la primera vuelta.

El Valencia arrancó la segunda parte a toda mecha y, después de un largo ataque, Kondogbia mandó parar. Le birló la pelota a Junior, cortó de raíz la contra bética, y le puso un centro muy suave a Zaza, que evitó por centímetros el fuera de juego. El italiano resolvio con tranquilidad, su undécimo tanto del torneo. El control y el disparo con la zurda fueron pura clase.

Entran Coquelin y Ferran

Apretó el Betis con toda la caballería, dirigida por el rejuvenecido Joaquín. El Valencia se metió atrás a la espera de rematar el encuentro a la contra. Lo podría haber hecho de haber señalado el árbitro el empujón de Junior sobre Zaza dentro del área.

Los apuros se fueron difuminando a medida que Kondogbia aquilataba su jerarquía. El árbitro anuló un gol de Bartra tras una sutil falta de Loren a Neto en su salida. Le puso la rodilla para molestarlo, pero otro árbitro, en otras circunstancias, habría dado validez al tanto. El viento de los arbitrajes también sopla a favor del conjunto de Marcelino.

El técnico asturiano fue austero con los cambios. No quería que le ocurriera lo de la primera vuelta, cuando se le cayó el equipo tras las sustituciones. Entraron Coquelin, que siempre aporta energía (y un disparo cruzado salvado por Adán), y también Ferran Torres, inteligente para jugar sencillo y demostrar ya oficio pese a los 18 años.

El extremo de Foios intentó un desborde entre tres defensas béticos y le salió a medias. El día que rompa por velocidad como ha hecho tantas veces en las categorías inferiores, Mestalla se vendrá abajo. El Valencia llega al Pizjuán con la competencia alta en la plantilla. Y el equipo a punto.