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Una entrevista pendiente

Una entrevista pendiente

Cualquier periodista que se precie tiene, mínimo, una entrevista por hacer. Un personaje que se resiste a ponerse bajo el foco. Una ristra interminable de preguntas que no tendrán respuesta hasta que el protagonista en cuestión conteste «sí».

El mío, sin lugar a dudas, es Inma Ibáñez. También Kobe Bryant, pero esa es otra historia. La directora financiera del Valencia -históricamente reacia a micrófonos y cámaras- guarda bajo su almohada la mayoría de claves que explican la historia reciente y no tan reciente del club de Mestalla. Quizá por ello no haya forma de sacarle cinco minutos frente a la grabadora.

A veces, eso sí, aparca momentáneamente el despacho y los balances de cuentas para acudir a juntas de accionistas y/o conferencias. Ayer fue uno de esos días. En el transcurso de una mesa redonda en el Colegio Oficial de Economistas de Valencia, Ibáñez se refirió a Peter Lim para revelar que al propietario de la SAD «le ha costado entender» que, a pesar de ser el inversor, tenga que regirse por los preceptos financieros que marca un tercero. En comparación con Javier Gómez -padre de la criatura llamada Fair y apellidada Play Financiero-, más que tercero entro en el grupo de los cuartos en discordia. Pero me siento en la obligación de pedirle a Lim un esfuerzo económico. A ver si tengo suerte y alguien en Meriton mete este artículo en el clipping de prensa del mes de marzo que llega a Singapur.

En comparación con la casa de «llumenetes» que era el Valencia hace un año, la SAD goza en la actualidad de un rumbo deportivo estable. El pase a la próxima edición de la Champions está bien encaminado y la gran temporada de la primera plantilla merece una -otra- inversión fuerte en un jugador diferencial. El futbolista que debería ser estandarte en el retorno a Europa: Geoffrey Kondogbia.

Llevamos años clamando al cielo para encontrar recambio al glorioso pivote Albelda-Baraja. Pues bien, aquí tenemos al 50% de la solución. El mejor mediocentro defensivo que ha habitado Mestalla desde que David se marchara sin el multitudinario homenaje que sin duda se ganó en el césped.

Entrando en esa sala VIP del fútbol europeo que es la Champions, los 25 millones que cuesta Kondogbia duelen menos, ¿verdad, Inma? Otra pregunta que apunto para esa entrevista pendiente?

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