La clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones empieza a perfilarse para el Valencia CF. La cuarta plaza de la competición e incluso la tercera, en pugna con el Real Madrid, están a tiro. Si no se tuerce dramáticamente la positiva inercia deportiva, el equipo de Marcelino volverá a la máxima competición por sus propios méritos, los deportivos.

Pero existe una posibilidad de que la clasificación como cuarto clasificado de la competición española tenga que resolverse en los despachos si se da un número superior a cinco de equipos españoles con derecho a jugarla.

Los organizadores de la competición han establecido la cifra de equipos clasificados para la fase previa en 32. De ellos 26 provienen de las grandes ligas, entre ellos los cuatro puestos destinados a la liga española, que en estos momentos ocupan Barcelona, Atlético de Madrid, Real Madrid y Valencia, además de los cuatro representantes de las ligas con mayor coeficiente Alemania, Inglaterra e Italia con lo que ya se contabilizarían 16 clasificados. Hay otros ocho puestos que se los llevan los dos primeros clasificados de las ligas rusa y francesa y los campeones de Portugal, Ucrania, Bélgica y Turquia. Con esos ya tenemos 24.

También se guarda un espacio para los seis clasificados de las fases previas de la competición que se disputan en verano y que el Valencia ha tenido que disputar en alguna ocasión aunque este año el acceso del cuarto clasificado español es directo. Y también tienen espacio asegurado el campeón de la Champions, en el caso de que no obtenga una clasificación por la vía de su propia competición, y el de la Europa League en ese mismo caso.

Pero al mismo tiempo, las normas de la Champions recogen que ninguna de las federaciones (países) puede tener más de cinco representantes en la fase de grupos, por lo que al final de temporada podría producirse un problema que tendría que resolverse fuera de los terrenos de juego.

Es la posibilidad de que España tenga en un momento dado más de cinco representantes con derecho a jugar la Champions. La opción existe, aunque la Uefa no la contemple al limitar a cinco los representantes de los países. Es el caso, por ejemplo, de que el Real Madrid gane la Champions y al mismo tiempo no se clasifique entre los cuatro primeros de la liga española, que se proclame campeón del torneo continental el Sevilla, que en principio no tendría puesto entre los cuatro primeros de la liga española o incluso se podría ampliar el cupo de representantes españoles en la próxima Champions con un triunfo del Athletic de Bilbao en la Uefa Europa League, lo que le daría una plaza en la próxima edición de la Champions, aunque este jueves podría ya caer eliminado ya que está obligado a remontar dos goles tras perder en Marsella por 3-1. La cosa se complica porque las normas recogen que si el ganador de la Champions ya se ha clasificado en su liga, por ejemplo si ganara el Barcelona en Europa u otro equipo ya clasificado en su liga, esa plaza no puede ocuparla cualquier club porque la norma ya lo asigna al campeón de la República Checa, al que por ránquing le corresponde.

En ese contexto, la tercera plaza de la competición española adquiere si cabe más importancia. No solo por ganarle un duelo directo al Real Madrid, algo que complacería mucho a la afición valencianista, sino para evitar un verano que podría tener el foco en los despachos en caso de acumulación de equipos españoles ganadores de las competiciones continentales.