El valencianismo acoge con agrado el debate sobre la posible recuperación del nombre real del club, aprovechando la conmemoración del centenario de la entidad. El Valencia nació hace 99 años como «Football Club». Es la denominación que escogieron sus fundadores, jóvenes estudiantes entre 16 y 26 años que se reunían en la horchatería Torino. Y con esos apellidos se dio a conocer durante 22 años, hasta que la llegada del franquismo obligó a todos los clubes de la Liga a castellanizar sus nombres. La ley se derogó en 1972 y la mayoría de las entidades volvieron a sus orígenes. El Sevilla volvió a ser FC, como el Barça. Bilbao, Gijón y Santander volvieron a ser Athletic, Sporting y Racing. En el Valencia no hubo cambio alguno, ya que tampoco se trató ni votó la posibilidad entre los socios.

Ferran Giner, presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia, se muestra favorable a que se discuta la posibilidad: «Me gusta que haya debate porque es una forma de que los jóvenes conozcan las raíces y la historia de nuestro club. Si lo sopesamos y es beneficioso para la entidad, adelante, pero sin caer en las prisas», aseguraba el histórico defensa.

Giner insiste en que el tema, que trasladará a su Junta en la próxima reunión, dentro de dos semanas, se trate con cautela: «Si en casi 80 años no hemos dicho nada como club al respecto, ahora toca analizarlo bien. Hay que ver los pros y los contras, si hay que cambiar estatutos, o consultar con la Federación. Me parece una propuesta razonable».

Quien apoya de manera incondicional la propuesta es Francisco Roig, que fue presidente entre los años 1994 y 1997: «Me adhiero al cambio para recuperar el nombre original», aseguró ayer. Durante su gestión, Roig tomó decisiones para reforzar la identidad histórica del club: «Recuperé el nombre de Mestalla, que se había cambiado por un gran presidente como Luis Casanova, recuperé el uniforme blanquinegro y llevé las bandas de música al campo. Se impulsó nuestro orgullo, fue un paso importante para volver a ser campeones», explica Roig.

El articulista de Levante-EMV Vicent Molins considera que el debate abierto es «saludable» porque reforzará la consolidación del relato futuro del club: «Cuando un club sufre años de despersonalización y orfandad identitaria lo natural es que reaccione abrazando su origen. Es saludable que ahora de repente nos pongamos a debatir sobre el orden de los factores, si CF o FC. Da cuenta de un entorno ocupado en componer el futuro de su club». No obstante, Molins no reduce la discusión a la fecha fundacional y amplía el foco: «Ahora, ¿para redefinir la identidad del Valencia debe pesar más el origen o la evolución?, ¿es más trascendente lo que fue en un principio o lo que acabó siendo durante mucho más tiempo? La conclusión me da un poco igual, lo verdaderamente útil es el debate: una buena excusa para recordar de dónde venimos».

La Asociación del Pequeño Accionista, presidida por Vicente Vallés, también es favorable a recuperar el «Football Club». De hecho, el propio Vallés planteó la cuestión al club durante la presidencia de Amadeo Salvo: «En 2014 se lo dijimos a Salvo, y nos trasladó que no era el momento. Llegó Layhoon Chan y se lo transmitimos nuevamente. Nos dijo que con toda la crisis que tenía el club no podía abrir ese debate. Con Anil aún no hemos profundizado. Pero vamos a luchar para que se restaure el Fe-Cé».

Vallés recuerda que en la sede conservan una réplica de la bandera original («se utilizó en el entierro de Walter», asegura). «Imagino que habrá un sector reacio, pero creo que también sería apoyado. La lástima es que desde el fallecimiento de Vicente Perís en 1972, pocos dirigentes se han preocupado por la historia del club. Es más, la han despreciado».