Nacho Vidal: "Marcelino me hace convencerme de que acerté quedándome"

R He pasado por varias etapas. La de formación fue muy buena. En València pude crecer mucho como futbolista y como persona, en el tiempo que estuve viviendo en la residencia durante cuatro años. La verdad es que siempre me han tratado muy bien. Y luego con el salto al fútbol profesional en el Mestalla sí que es cierto que tuve dos años complicados. Pero la temporada pasada tuve mucha continuidad, las lesiones me respetaron y pude realizar una buena campaña que me ha servido para estar en el primer equipo.

P Lo decía por el hecho de que quizá no has partido como titularísimo, pero al final siempre te has hecho imprescindible en cada equipo.

R Sí, pero yo soy muy partidario del trabajo diario, de mejorar cada día y de estar preparado en cada momento para cuando el míster te decida dar la oportunidad. En eso he basado mi trabajo durante todos los años.

P ¿Esta etapa, en la que no está jugando tanto, se parece a alguna otra que haya vivido con anterioridad?

R El Valencia es un equipo de máxima exigencia. Ahora mismo estamos en una situación que nos estamos jugando mucho, la posibilidad de entrar en Champions. Eso requiere de dar el máximo siempre, como ya le he dicho, y estar preparado para cuando te den la oportunidad.

P Pero ¿cómo se remonta esta situación, en la que hasta dos centrales han pasado a ser una alternativa al lateral por delante de usted?

R Ahora estamos en una situación muy bonita, creo que en la segunda vuelta todos los equipos se están jugando mucho, los partidos se deciden por detalles mínimos. El equipo está trabajando mucho a nivel defensivo. Yo le estoy prestando especialmente atención a este tema y creo que estoy mejorando para conseguir ser mejor.

P A pesar de no jugar, sí nota un aprendizaje.

R Es importante, obviamente, tener minutos para un jugador joven como yo, pero también es muy positivo el día a día, al lado de compañeros de un nivel tan alto y de un cuerpo técnico que exige lo mejor en cada momento. Es una cuestión que te hace crecer, madurar y mejorar.

P Lo puso incluso en un tuit. «El resultado es lo que queda, pero el proceso es lo que te llevas».

R Es mi filosofía. Al final, independientemente de lo que juegues, porque al final hay decisiones que no dependen de ti y debes acatar, debes trabajar al máximo sin perder la alegría. Es lo que hago cada día que vengo a Paterna. Si el míster lo decide, voy a estar preparado. El proceso es lo más importante.

P Pero ¿cómo hace para mantener esa alegría sin entrar en las convocatorias?

R Ya le he dicho la importancia que le doy al proceso y, como ya le he comentado antes, considero muy positivo el hecho de estar aquí cada día, poder mejorar y que me exijan al máximo. Eso me hace mantener intacta la ilusión de seguir creciendo. Eso me hará asentarme como un jugador de élite.

P ¿La confesión de André Gomes sobre la presión emocional del fútbol nos hace ver que hay un culto excesivo al éxito? ¿Le falta humanidad a este deporte?

R Todos somos humanos, tenemos días peores y cometemos errores. Son aspectos en los que se basa el fútbol. Pero hay que asumir que somos humanos, que también cabe espacio para la autocrítica e intentar mejorar. En estas situaciones hay que apoyarse en la gente que te quiere y que te va a dar buenos consejos.

P ¿Cómo es Marcelino, en ese aspecto?

R Es una persona muy abierta, que te da la posibilidad de mantener tranquilamente conversaciones con él. A Marcelino se le puede preguntar, siempre te aconseja. Por esa parte estoy muy contento.

P¿Y cómo ha abordado con el «mister» su situación actual?

R Al principio tenía mucha confianza y me la transmitió. Ahora estoy entrando menos, pero siempre ha estado contando conmigo. Hace unas tres semanas quise hablar con él. Estuvimos intercambiando opiniones y creo que la conversación fue muy positiva. Todo lo que me dice Marcelino

me hace convencerme de que acerté quedándome en el Valencia. Tengo claro que es un gran escalón.

P Porque ofertas tuvo para marcharse en enero.

R Sí, pero he preferido la formación, seguir con el día a día, estar, como ya he dicho en esta entrevista, de compañeros de un nivel elevadísimo, de un cuerpo técnico que te aprieta al máximo las tuercas. Eso me hace quedarme, a pesar de tener opciones en España, y alguna que otra fuera.

P ¿Cómo se tomó la frase de Marcelino, referida a usted, de que «El Valencia no espera a nadie»? ¿Le cargó de presión, justo antes de volver a ser titular contra el Girona después de varias semanas?

R Habló conmigo y me dijo que para nada lo había dicho refiriéndose a mi caso en particular. Simplemente lo pronunció refiriéndose al club. En estos momentos es obvio que la exigencia, para mi y para cualquier compañero, es altísima. De hecho me dio la confianza y la titularidad, contra el Girona.

P Sí, pero le cambió en la segunda parte.

R Me sustituyó en el minuto 70, pero ese cambio me lo explicó de manera muy clara. Estábamos sufriendo en el juego aéreo y decide meter un central. Pero me dijo que en líneas generales estaba satisfecho con mi trabajo, que había ido de menos a más en ese partido. Así que para nada me tomé ni su frase ni su sustitución como un ataque, ni como algo personal contra mí.

P La reacción de Mestalla, en esa sustitución, también fue muy positiva con usted.

R En todo momento me he sentido muy apoyado por la afición. Tanto en Mestalla, como también por redes sociales. El aliento que noto de la gente siempre es positivo. Es algo que agradecer.

P Ha habido momentos también especiales. Hábleme del gol de Anoeta. Menuda sutileza en la definición.

R Es una situación muy rápida, que debes decidir en cuestión de segundos. Decidí finalizar así y por suerte salió bien. El año pasado ya me había encontrado en situaciones de ese tipo y pude hacer varios goles.

P ¿Esa pared con Carlos la tenía ya mecanizada?

R Cuando era juvenil subía a jugar con nosotros en el Mestalla. Alguna vez ya habíamos combinado así. Además, fuera del campo nos llevamos muy bien y eso incide en que dentro del campo nos entendamos a la perfección. Por eso salió tan bien la jugada.

P ¿De cara a la próxima temporada se plantea alguna perspectiva de futuro?

R Llegado ese momento, y después de haber entrenado al máximo todo el año en un equipo que probablemente juegue la Champions, decidiremos. Entiendo que si la situación sigue así, creo que puede ser beneficiosa para mí la opción de jugar con más asiduidad y tener más minutos. Pero en estos momentos no pienso en eso. Quedan nueve jornadas de Liga, y en lo único que pienso es en seguir viniendo a la ciudad deportiva a comerme el césped. Tengo la cabeza puesta en mejorar, aprender y ayudar al equipo.

P ¿Qué referencias ha tenido?

R En el Valencia me sentía muy identificado con la forma de jugar de Ayala porque siempre estaba muy metido, ayudando a los compañeros, mandando, era un líder nato. Es de esa clase de jugadores, como Puyol en el Barça, que daba la cara por el compañero. Cada acción suya era a la máxima intensidad. Era todo un líder para el vestuario. Me identifico con esos jugadores.

P ¿Quién tiene esa vitola de liderazgo en este Valencia? Porque es un equipo bastante joven.

R Marcelino es el primero que mete en orden a todo el mundo. Somos una plantilla joven, pero ambiciosa. El míster sabe manejar esa ambición y cómo sacar lo mejor de cada uno. Es la base de que todo vaya tan bien. Al ser un equipo joven hace que todos estemos más unidos, seamos muy solidarios entre nosotros y vayamos en una misma dirección.

P ¿Qué entrenadores le han marcado más?

R Recuerdo con mucho cariño al Pipo Baraja. Lo tuve en mi último año de Juvenil. Estuve lesionado ese año bastante tiempo, pero en todo ese periodo me dio mucho cariño. Luego me dio confianza y aprendí mucho de él. Creo que le debo mucho al Pipo.

P ¿Le es posible desconectar del fútbol?

R Está claro que forma parte de nuestro trabajo pensar en cuidar la alimentación, pensar en acciones que pide el mister, las analizas en casa. Pero también es necesario desconectar, tener otros hobbies, tener amigos fuera de este mundo, porque si no al final le das muchas vueltas a la cabeza.

P La universidad es uno de esos «hobbies».

R Voy desde hace cuatro años a la universidad. Tengo un buen grupo de amigos, quedo con ellos, hablas de la carrera, de otras cosas. Voy de compras, me gusta ir al cine. Creo que es necesario no estar pensando las 24 horas en el fútbol.

P ¿Cómo logra compatibilizar los estudios con el fútbol?

R Fácil no es. Al final entrenas todas las mañanas y hay tardes que necesitas descansar, o que estás pensando en los entrenamientos. No puedes tener la cabeza puesta al 100% en los estudios porque, de alguna manera, es complicado. Pero al final pienso que si alguien quiere algo, las cosas salen. He ido trabajando, sacando tiempo de donde he podido. Llevo muy bien la carrera.

P No es fácil. En el fútbol se empieza a ganar dinero a una edad temprana y es fácil la tentación de dejar ir los estudios.

R En mi casa siempre se ha dado prioridad absoluta a los estudios. He tenido un hermano mayor que siempre ha ido fenomenal en los estudios y ahora es ingeniero de Telecomunicaciones. Mis padres han puesto por delante los estudios al fútbol. Siempre me han dicho que en el momento en que los estudios dejaran de funcionar, el fútbol se iba a acabar. He sido constante y desde pequeño he tenido el hábito de estudiar. No me cuesta estudiar.

P ¿Y por qué Fisioterapia?

R Al final las lesiones en general están muy relacionadas con el día a día del fútbol y creo que es una forma en el futuro de estar ligado al mundo del deporte. La carrera de futbolista tiene fecha de caducidad y quiero seguir unido a este mundo porque me apasiona.

P Cada día de entrenamiento le podría convalidar en créditos...

R ¡Claro! (Ríe). Tengo la suerte de tener cuatro fisios maravillosos. Yo entro a la clínica y me gusta preguntarles cosas. Me dan buenos consejos y se agradece. Es un máster que estoy haciendo aparte.

P Usted es de El Campello. ¿Allí los valencianistas son mayoría o le ha tocado evangelizar la militancia?

R Ahora en Campello noto que la gente se vuelca más con el Valencia. Imagino que gracias a mí. Noto mucho el cariño de mi gente. Cuando marqué el gol hubo mucha repercusión. Y ahora que las cosas no van tan bien, me escriben y me dan ánimos.