Diecisiete jornadas ha necesitado Miguel Grau para poner a carburar al Mestalla. Es decir, toda una vuelta. El técnico cogió al equipo en el mes de noviembre, tras la marcha de Lubo Penev después de una derrota en casa ante el Hércules (1-2), y cinco meses después el filial vuelve a soñar con jugar la promoción de ascenso a Segunda.

Tras la victoria ante el Mallorca (2-1), el Mestalla es séptimo y está a cuatro puntos del cuarto clasificado, el Badalona, que marca la raya con el Cornellà y el Lleida, quinto y sexto clasificados, y que también ansian en pelear por subir de categoría.

Tras las últimas victorias ante el Villarreal B, el empate de Formentera, y el triunfo ante el Mallorca, el Mestalla cotiza al alza gracias a su solidez como local, al acierto de mimetizar el estilo del primer equipo de Marcelino y apostar por el contragolpe, y que Fran Villalba vuelva a destacar tras adaptarse a la banda izquierda. El Hércules, pero esta vez en el Rico Pérez, centrará las verdaderas opciones del Mestalla esta temporada.