Un Valencia CF repleto de intenciones pero muy inocente se quedó a las puertas de puntuar en el Camp Nou. El equipo de Marcelino flotó como una mariposa, pero no picó como una avispa. Los blanquinegros cayeron derrotados por 2-1 en un partido decantado por la ausencia de puntería de los valencianistas, frente a un Barcelona más pragmático. El Valencia, movido por un Guedes incombustible, contó con variadas ocasiones para marcar, sobre todo en la primera mitad, pero solo pudo acabar reduciendo distancias de penalti en los últimos minutos, por mediación de Parejo, tras los goles de Luis Suárez y Umititi. El entretenido partido murió en el área azulgrana con un cabezazo peinado de Simone Zaza. Un castigo excesivo para un Valencia muy digno.

Marcelino había avisado en la previa de que el partido se iba a decidir por una cuestión de acierto. La falta de efectividad lastró el primer tiempo de un Valencia valiente y decidido, que tuvo muy poco que ver con el equipo que en febrero visitó el Camp Nou en Copa intimidado por el número elevado de lesiones. Gonçalo Guedes disfrutaba como un niño activando todos los ataques valencianistas, feliz, con metros para correr y armar rápidamente el disparo. A los 3:37 minutos de partidos dibujó la primera rosca al palo largo, respondida con una palomita a mano cambiada de Ter Stegen.

A los 25 minutos de partido el Valencia ya había disparado en siete ocasiones. Santi Mina se deshizo de Piqué en dos ocasiones en sendos recortes, provocando una tempranera amarilla en el central del Barcelona. Las galopadas de Guedes y los pases al hueco de Rodrigo eran cortados por Jordi Alba, convertido en el factor decisivo del encuentro, omnipresente en las dos áreas. El exlateral valencianista, apoyado por Iniesta, olía la sangre por la banda derecha blanquinegra, defendida por un desbordado Vezo. Neto salvó un primer intento de Alba, pero no pudo evitar, un minuto después, en el 14, el gol de Luis Suárez. El charrúa volvió a marcar a su víctima predilecta después de un preciso pase al espacio de Coutinho. Como sucedió en la vuelta copera de Mestalla, pero intercambiando los roles, volvían a conectar los dos ex atacantes del Liverpool.

No se arredró el Valencia a pesar de la desventaja. Guedes en el 17 mandaba un disparo potentísimo desde larga distancia, detenido en dos tiempos por Ter Stegen. En el 19, el extremo de Benavente recogía un rechace dentro del área y el chut, pegado al palo, rebotó en Busquets y salió fuera. En el 23, fruto de un robo tras una buena presión en la salida de pelota de Ter Stegen, Guedes remató fuerte pero centrado. El meta alemán sacó una de sus manos de balonmano y el balón acabó escupiendo el larguero. Antes del descanso, Rodrigo remataría flojo en una nueva internada de Guedes en la que el balón tocó en el brazo extendido de Piqué. El Barcelona solo replicaría con un cabezazo alto de Messi.

El Valencia seguiría perdonando en la segunda mitad. Santi Mina dirigió una contra en superioridad y cedió a Rodrigo. El atacante de Río de Janeiro salvó la salida de Ter Stegen pero Piqué llegó a tiempo para sacar el balón bajo palos. Demasiada ingenuidad valencianista contra un rival tan cualificado. En la siguiente acción, en un saque de esquina local, Umtiti ganaba en el salto a Paulista y sorprendía a Neto en el palo corto.

El mazazo del 2-0 se tradujo en acciones atacantes más desahogadas del Barcelona, casi siempre por el lado de Vezo, cerca del tercero con Luis Suárez, una gran volea de Messi y una media chilena acrobática de Iniesta (¿quién dijo que estaba en decadencia?) sacada por Neto sobre la misma línea. El Valencia no bajó el ritmo, pero le delataba cierta falta de convicción para dar la vuelta al marcador. Los cambios introducidos por Marcelino, con dos jugadores que conocen que no seguirán el año próximo como Vietto y Andreas Pereira, no parecían alterar en exceso el desenlace del partido, hasta que en el minuto 85 Dembelé arrolló en el área a Gayà y Parejo convertía el penalti, con la colaboración de un Ter Stegen al que se le escurrió la pelota ya controlada. Zaza, último jugador de refresco, contó con la última ocasión del partido segundos después de que Neto evitase el tercero del Barça, en unos minutos finales de ida y vuelta que acaban con la imbatibilidad de ocho partidos de los valencianistas. Paulista y Kondogbia vieron amarilla y no jugarán el miércoles frente al Getafe por acumulación de amonestaciones.