Las maldiciones en el mundo del deporte son el lado más perverso con el que las estadísticas llegan a transformase. El Valencia CF vive bajo el hechizo lanzado en 2011 por Ronald Koeman El técnico holandés pronosticó en la previa de un Barcelona - Real Madrid de semifinales de la Champions, que el club de Mestalla iba a estar «cinco años sin ganar ningún título».

La predicción no tenía tanto de frío análisis externo sino que estaba imbuida del mal recuerdo que el exdefensa neerlandés tenía de su corto paso como técnico del club, entre diciembre de 2007 y abril de 2008. Una regencia convulsa que precipitó al Valencia a la caída libre liguero y, paradójicamente, a ganar la Copa del Rey contra el Getafe (3-1). Un título no celebrado del que ayer se cumplieron diez años y que sigue siendo el último trofeo ganado por el club, así como la última final disputada, después de la Supercopa de España de 2008.

El renacimiento del Valencia a cargo de Marcelino García Toral se cruza en la trayectoria de una maldición que ha rebasado su cálculo proyectado y va directa a tener entidad de entrada propia en Wikipedia.

Los siete años de embrujo y la década sin títulos se han convertido en la segunda peor racha del Valencia sin poder levantar un trofeo. El récord está en los 19 años que pasaron entre la consecución de la Supercopa de Europa en 1980 frente al Nottingham Forest hasta la conquista en 1999 de la Copa del Rey contra el Atlético. Entre medias, el Valencia tocó fondo con el descenso a Segunda división de 1986 y la inmediata reconstrucción a cargo de Arturo Tuzón.

La tendencia histórica apunta a que el Valencia acude a la cita con los títulos en cada década, desde los años 40, la más exitosa, cuando entre 1942 y 1947 se ganaron tres ligas y dos copas. En 1954 se venció al Barcelona en la Copa del Rey. En los 60 llegaron los primeros títulos europeos y la Copa de 1967. Los 70 tuvieron como punto álgido la Liga de 1971 y se remató con la Copa, Recopa y Supercopa entre 1979 y 1980. La tendencia de ganar títulos cada década volvió entre 1999 y 2004 con el lustro dorado de las dos ligas, la Copa del Rey, la Copa de la UEFA, la Supercopa de Europa y las dos finales de Liga de Campeones.

De Babe Ruth a Bela Guttmann

Dos son las maldiciones más célebres en el mundo del deporte. Casi un siglo duró la sequía de Series Mundiales de los Red Sox de Boston desde que el bateador «Babe» Ruth fuera traspasado en 1919 a los Yankees de Nueva York. En Fenway Park no volvieron a ver ganar a su franquicia hasta 85 años después, en 2004.

Otra maldición, todavía vigente, es la que impuso Béla Guttmann en el Benfica. El técnico de húngaro había hecho al conjunto lisboeta, con Eusebio a la cabeza, doble campeón de Europa a inicios de los 60. Guttmann fue despedido tras reclamar un aumento de sueldo. «En cien años, desde hoy, el Benfica sin mí no ganará una copa europea». Han pasado 55 y el Benfica ha perdido cinco finales de Champions (1963, 1965, 1968, 1988 y 1990) y tres de Europa League (1983, 2013 y 2014).