Mientras los jugadores del Valencia daban la vuelta olímpica, primero, y manteaban a Marcelino, después, el pasado domingo en la despedida de la Liga en Mestalla, me vino a la cabeza Mateo Alemany. Junto al entrenador, el gran responsable de esta brillante temporada que devuelve al murciélago a la Champions League. Aunque es lógico que guardara las formas para ceder el protagonismo a futbolistas y al cuerpo técnico (y de paso no despertar gatitos en el estómago de Anil Murthy), no hubiera pasado nada si el director general baja al césped para recibir una ovación tan merecida como la que Mestalla tributó a la plantilla.Entre otras muchas decisiones de calado en el último año, operaciones como la opción de compra que consiguió del Inter para quedarse en propiedad a Geoffrey Kondogbia por 25 millones de euros hacen de Alemany una pieza indispensable para garantizar la lógica societaria en la Avenida de Suecia las próximas temporadas.
Mi primer deseo para el largo y movido verano que se avecina no es que Rodrigo Moreno se quede o Guedes vuelva. Evidentemente, si ambos forman parte de la plantilla del Valencia 2018/19, mejor que mejor. Pero la gran clave en la planificación del regreso a la máxima competición continental pasa por mantener la actual distribución de roles. El gran acierto de los señores/as de Meriton desde su aparición en nuestras vidas fue apartarse de la gestión deportiva para dejarla en manos de dos profesionales capacitados.
En nueve meses, en tan solo nueve meses, Mateo Alemany y Marcelino García Toral han completado una meteórica transición que ha llevado al club de la mediocridad a la sala VIP del fútbol europeo. Todo lo que sea interferir en su parcela de poder y tratar de cambiar o matizar sus decisiones en las próximas semanas será pecado. Pecado mortal.
No hay fecha para el acceso de las grúas al Nuevo Mestalla. Bruselas y Porxinos siguen siendo dos incómodas contingencias que pueden costarle a la SAD muchos millones de euros. Para poder resolver tantos frentes abiertos -o, al menos, generar ingresos que hagan menos dura la caída cuando haya que afrontarlos-, es imprescindible que el Valencia CF encadene tantas temporadas como sea posible su presencia en Champions League.
Y eso, está demostrado, es mucho más sencillo si los que dirigen la toma de decisiones saben lo que tienen entre manos. Desde el punto de vista de la gestión, Mateo Alemany [que hoy dará cuenta de los temas más candentes de la actualidad ante los medios de comunicación]es lo mejor que le ha pasado al club en muchos años. Esta Champions también es suya.
