Levante-EMV, Valencia

Los esfuerzos del colectivo se centrarán ahora en velar por los intereses de los afectados por las expropiaciones, bajo la fórmula Grupo de Ayuda Mutua, si bien mantiene a continuación la denominación Salvem el Cabanyal porque persisten "todos los principios que ha defendido desde su creación y va a seguir defendiendo".

Aunque aún "colean" otros procedimientos pendientes en los tribunales, la plataforma ha asumido que el fallo del Supremo (12-3-2008) "a pesar de sostenerse en argumentos muy discutibles" marca un antes y un después y supone un "cambio radical" en la situación del barrio. El manifiesto aprobado ayer por la asamblea dejar claro, en su primer punto, que la plataforma continuará defendiendo la paralización del plan, con nuevas propuestas y medios. Sin abandonar los procesos administrativos y judiciales en marcha, velará ahora por evitar la "injusticia social" de la oferta económica del ayuntamiento, a razón de 500 euros el metro cuadrado cuando las VPP de realojo ascienden a 1.340. Así nace un Grupo de Ayuda Mutua para ofrecer asesoramiento jurídico a quien no lo tenga a su alcance. La plataforma insiste en denunciar los modos "especulativo-mafiosos" de la sociedad Cabanyal 2010 aunque hay que recordar que sólo un día antes condenaba el ataque al despacho del gerente en la Facultad de Arquitectura de la Politécnica y dejaba claro que estos no son sus métodos.

El Bloc ha concedido, con ocasión del 25 de abril, el Premi "Cap i Casal" a Salvem el Cabanyal "por su intenso trabajo por parar un projecto injusto e injustificable". El Bloc también ha reconocido a la Falla Arrancapins y al profesor Salvador Signes.