H. G., Valencia

Las tasaciones que Arquitasa, una empresa vinculada al Colegio de Arquitectos, ha realizado por encargo de Salvem el Cabanyal de las casas afectadas por la apertura de Blasco Ibáñez triplican el valor de las tasaciones del ayuntamiento. El consistorio ofrece a los vecinos 580 euros por metro cuadrado cuando la empresa tasadora cifra en 1.400-1.800 euros el precio del metro cuadrado. Así lo explicaron ayer los responsables de Salvem el Cabanyal que destacaron que la fuerte resistencia vecinal que todavía hay en el barrio, pese a la sentencia del Tribunal Supremo a favor del plan especial. En San Pedro, la primera calle objeto de un proceso de expropiación forzosa en el barrio, sólo han conseguido que vendan el 53% de los vecinos.

La plataforma, explicó su presidente, Maribel Doménech, ha querido conmemora los diez años de lucha vecinal contra el derribo de sus casas, muchas ejemplo del modernismo popular valenciano, con una programación especial en la que se abrirán al público 24 viviendas amenazadas por los derribos. Como novedad se incorporan la Lonja del Pescado y las viviendas de Pavimar. La plataforma intenta con esta edición de Portes Obertes animar a la gente a conocer la problemática del barrio y responder con energía renovada al varapalo judicial. Otra de las iniciativas la promueven dos artistas alemanes, Nicolaus Schmidt y Christoph Rapke, que "acordonarán" los solares de la calle Sant Pere, con una cinta simbólica en la que aparece la advertencia "reservado para reconstrucción" con la que pretenden apoyar la rehabilitación.