H. G., Valencia

El Cabanyal rebosa estos días arte y creatividad por los cuatro costados. Este barrio, ejemplo de la arquitectura modernista popular, acoge desde hoy y hasta el 2 de noviembre la décima edición de Portes Obertes, una propuesta de "arte público" organizada por la plataforma Salvem el Cabanyal con la que este año se conmemora una década de resistencia vecinal a la prolongación de Blasco Ibáñez. La apertura de esta avenida es el eje del plan urbanístico impulsado por la alcaldesa, Rita Barbera, y supone el derribo de 1.600 edificios del conjunto histórico. Los vecinos reclaman la rehabilitación integral. Como cada año desde hace diez, vecinos de toda la vida del Cabanyal abrirán sus casas para acercar al público la realidad de este barrio de gente "sencilla y trabajadora" que mantiene intactas tradiciones como la de "salir a la fresca". Son la cara más auténtica del barrio y no la de droga y marginalidad enquistadas en algunas calles.

Queremos que vean que "somos gente normal, que trabaja y cuida sus casas, que no están para tirar, como dicen", explica Francisco, que ha abierto la suya, ubicada en el número 50 de Eugenia Viñes, para mostrarla a la gente y para exhibir una serie de retratos en blanco y negro de vecinos obra de Judith Klaus. "Quería mostrar quienes son las personas que viven aquí; no son gitanos, es gente muy amable", apunta esta estudiante alemana de Bellas Artes. Los artistas de países como Alemania, Brasil y Bélgica que se están instalando en el Cabanyal contribuyen a darle un aire cada vez más bohemio a este antiguo barrio marinero.

Los 24 edificios que se podrán visitar este fin de semana y los dos siguientes, entre ellos la emblemática Lonja de Pescadores, son facilmente identificables por los carteles de "no se vende" que cuelgan de sus balcones. "Si llamas al teléfono que hay impreso, el artista que los ha diseñado te explica el porqué".

Archivadores de la memoria, sábanas y manteles artísticos, esculturas, audiovisuales con la gente del barrio, fotoperiodismo e imaginativos performances son algunas de la propuestas que pueden verse dentro de las casas. Pero el arte también está en la calle con rotulaciones alternativas en la calle José Benlliure o con el acordonamiento, bajo el lema "reservado para reconstruir", de los solares de la calle San Pedro donde estaban las casas objeto del primer proceso de expropiación forzosa impulsado por el ayuntamiento.

Con esta edición de Portes Obertes, que con 50 artistas colaboradores ha batido récords, Salvem el Cabanyal se reinventa y resurge con nuevos bríos tras el varapalo del Tribunal Supremo que en marzo falló a favor del plan especial del Cabanyal. Sin perder el espíritu combativo, la entidad ha empezado una nueva etapa, con nombre propio [Equip Salvem Cabanyal-Canyamelar], nueva junta directiva e incluso productos de merchandising para sufragar gastos judiciales.

La presidenta de Salvem el Cabanyal, Maribel Doménech, advierte que "pensar que uno está a salvo en este barrio es un error". Lo dice por los propietarios que están fuera de la línea de la prolongación y creen que sus casas no van a estar en el punto de mira de la especulación inmobiliaria.