La pronunciada rasante del último puente de Santiago Calatrava en Valencia, "l'Assut d'Or", ha obligado al Ayuntamiento a modificar la señalización y los semáforos para evitar más accidentes de tráfico, después de que dos motoristas hayan muerto en apenas cinco meses al circular por él.

El estudio del arquitecto Santiago Calatrava ha asegurado a EFE que la pronunciada curvatura del puente "no es un capricho estético", sino que "obedece a la normativa" que obliga a respetar el gálibo para los vehículos que circulen por debajo del mismo.

Mientras, los técnicos del Ayuntamiento de Valencia estudian cómo modificar las señales de tráfico y los semáforos de l'Assut d'Or para "cambiar los efectos" de su cambio de rasante, tras los dos siniestros ocurridos en el puente, el último de ellos el pasado sábado.

La muerte de dos motoristas en apenas cinco meses, desde la inauguración de l'Assut d'Or el pasado 11 de diciembre, ha llevado al equipo de gobierno local a estudiar mejoras para evitar más accidentes.

Tanto en el siniestro ocurrido en marzo como en del pasado sábado, el accidente se produjo tras superar el cambio de rasante que tiene el puente de Calatrava en su tramo medio, y que va a obligar al Ayuntamiento a "cambiar sus efectos".

Así, el concejal de Tráfico, Alfonso Novo, ha reconocido que "hay que cambiar los efectos del cambio de rasante", aunque también ha recordado que la velocidad máxima permitida en toda la ciudad "es de 50 kilómetros por hora", ya que, según los informes policiales, el accidente del pasado sábado se produjo "a priori" por un exceso de velocidad.

Los técnicos de la Concejalía de Tráfico han iniciado ya un estudio para estudiar los cambios en la señalización y en los semáforos situados en ambos extremos del puente "más adecuados".

El grupo municipal socialista todavía no ha podido acceder a las medidas que está estudiando el Consistorio para mejorar la seguridad del puente, pero advierte de que en el mismo "se ve claramente que la funcionalidad ha quedado subordinada al diseño", según el edil José Luis Ábalos.

En 2008, meses antes de la inauguración de l'Assut d'Or, el equipo de gobierno local aseguró, a preguntas de los socialistas, que "por supuesto, habían tomado todas las medidas de seguridad necesarias", ha recordado Ábalos.

Sin embargo, el edil critica que los populares permitieran la instalación de un cambio de rasante que es "peligroso" y que "se complica más aún con los semáforos que tiene al principio y al final".

Por su parte, el despacho del arquitecto valenciano sostiene que la cota de las dos rotondas situadas en los extremos del puente "tienen una altura inferior", de modo que el puente "debe tener una altura suficiente para respetar el gálibo" o altura de vehículos de emergencias y camiones, superior a la de los automóviles ordinarios.

Por ello, aseguran que la curvatura de la rasante "no es un capricho estético" de Calatrava, sino "una cuestión de normativa", que obliga a respetar una altura máxima para que determinados vehículos puedan circular por el cauce del río.

L'Assut d'Or, enclavado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es la tercera gran pasarela diseñada por Santiago Calatrava para su ciudad natal, por la que está previsto que lleguen a circular 70.000 vehículos al día.

Este puente de acero y hormigón blanco, situado entre el Museo de las Ciencias y el Oceanográfico, tiene una longitud de 180 metros y una anchura de 39, con tres carriles en ambos sentidos y un enorme mástil curvado de 123 metros de altura que aguanta un haz de veintinueve cables dispuestos en arpa, que se convierte en el punto más alto de Valencia.