La Asociación Valenciana por el Medio Ambiente y contra el Cambio Climático, en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, repartió ayer 2.000 olivos para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente. Todo un éxito. Desde primera hora de la mañana se formó una cola que no cesó hasta las dos de la tarde, cuando ya no quedaba ni una sola planta. Para el terreno, para el chalet, o para una original maceta, cientos de ciudadanos quisieron llevarse este obsequio, que iba acompañado, además, de una pequeña botella de aceite de oliva.

Según explicó Mª Àngels Ramón-Llin, concejala de Calidad Ambiental, la organización del acto corrió a cargo de la citada asociación, que montó unos paneles a lo largo de la plaza dando algunas claves sobre el medio ambiente y sus amenazas. Y el Ayuntamiento, por su lado, financió los olivos, "un árbol nuestro, mediterráneo, que además da un producto muy sano como es el aceite de oliva", explicó.

"El objetivo era hacer llegar un mensaje sencillo a la gente, hacerlo en un sitio donde no se molestara mucho como esta Plaza del Patriarca y dar algo que recuerde que el Día del Medio Ambiente no termina esta noche", comentó la concejala.

Para los chalés

Y así parece que lo entendieron los valencianos, porque la cola fue incesante y las plantas se acabaron. "Yo lo voy a dejar que crezca un poquito y luego la plantaré en un terreno que tengo. Me parece una iniciativa muy interesante que debía repetirse más", señaló un joven que había oído la convocatoria por la radio y había acudido de inmediato.

Algo parecido tenía previsto hacer un médico que gastaba en esto parte de su día de libranza. Según dijo a este periódico, su idea era llevarlo a una casa de Cullera y plantarlo en el jardín.

Por su parte, Cuca, una enfermera del Cuerpo de Bomberos de Valencia, aseguró que lo iba a sembrar en el parque de la Avenida de la Plata, "siempre con permiso de la autoridad competente", precisó irónicamente.