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La subestación eléctrica de Patraix no tiene quien la desmantele. Ni el Gobierno Central, ni el Ayuntamiento de Valencia, ni Red Eléctrica. Todos se han declarado sin potestad para su desmontaje. Si el domingo el Gobierno, en respuesta a una pregunta parlamentaria realizada por Gaspar Llamazares (IU) citaba la ley 17/2007 para alegar que dicha competencia de cierre de estaciones elécticas está en manos de cada autonomía, ayer fue Jorge Bellver, concejal de Urbanismo y alcalde en funciones, el que devolvió la competencia al Gobierno. Según Bellver, "el compromiso de desmantelamiento de la subestación de Patraix es de la vicepresidenta del Gobierno y de nadie más". Para justificarlo, cita que "ha sido De la Vega la que hasta en tres ocasiones ha garantizado que el Gobierno procederá a desmantelar la instalación", añadiendo además que "ha sido el Ayuntamiento de Valencia el que ordenó el cierre por motivos de seguridad", sentenció.

La postura del concejal y alcalde en funciones coincide con la del coordinador de Esquerra Unida en Valencia, Amadeu Sanchis, que, además, critica también la actuación del Gobierno por apoyar la funcionalidad de la subestación de Patraix en la respuesta dada a su portavoz parlamentario. En ella, se hacía patente la necesidad de mantener la estación eléctrica hasta que se finalice la nueva en Nuevo Cauce, que debería ser su sustituta, para "poder garantizar el servicio de suministro de energía a la ciudad". En relación con ello, para el coordinador de EU, esa respuesta pone de manifiesto "que no es la intención del Gobierno cerrar o desmantelar la subestación de Patraix, como prometió la vicepresidenta a los vecinos del barrio", según afirmó ayer en un comunicado.

Por ello, Sanchis prosigue asegurando que "el PSPV utiliza los mismos argumentos que decía que eran falsos cuando los utilizaba el Ayuntamiento de Valencia", y exige a la Conselleria de Industria del gobierno valenciano -en aplicación de la antes citada ley 17/2007- que "haga caso omiso a las recomendaciones del Gobierno Central y proceda al desmantelamiento inmediato de la estación eléctrica de Patraix", aludiendo a la normativa europea que prevé una mínima distancia de seguridad entre la población y las actividades de las subestaciones. Por su parte, Bellver cerró sus declaraciones apuntándose el tanto de cerrar la estación: "Es el Ayuntamiento de Valencia el que ya ha gestionado el cambio de calificación de un terreno junto al Nuevo Cauce para la construcción de una nueva subestación y el que ordenó el cierre de Patraix tras el accidente", ratificó.

Pese a la oposición de Red Eléctrica e Iberdrola, la subestación de este barrio valenciano fue clausurada en 2007 tras una explosión en sus instalaciones. El ayuntamiento recurrió un año más tarde la sentencia judicial que anulaba su licencia de obras, considerándola insegura y recibiendo acusaciones de ilegalidad en sus trámites de construcción. En enero de este año, la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana volvió a abrirla como consecuencia de una avería en la estación de Nou Moles, que dejó sin cobertura eléctrica a 100.000 personas. Reabierto de nuevo el debate sobre su necesidad, volvió a ser clausurada al arreglarse el problema. En la actualidad, la estación permanece a la espera de que se dirima quién tiene la potestad de decidir acerca de su desmantelamiento definitivo.