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El Ministerio de Fomento resolverá en el plazo de un mes el problema de atascos en el túnel de la Avenida de Cataluña (V-21), generados por la confluencia de cuatro carriles en uno a la salida del paso inferior en dirección a Barcelona. Desde el pasado lunes se están realizando trabajos para ganar un carril de más de 800 metros de largo en el primer tramo de autovía, de manera que la salida por la superficie mantenga su carril actual y el paso interior pase a tener dos. Ahora sólo tiene uno.

Según explicaron fuentes del ministerio, el túnel de la V-21, en lo referido a la circulación y el número de carriles, responde exactamente al plan aprobado ya en la última legislatura del PP, con Francisco Álvarez Cascos como ministro de Fomento. Entonces no se pensó en que la autovía sólo tiene dos carriles y estrangularía los siete -cuatro por el paso inferior y 3 por la superficie- que contemplaba esta obra. Al menos el Ayuntamiento no pensó en ello, dicen las fuentes, que recuerdan, así mismo, que la Generalitat tampoco incluyó el tercer carril de esta autovía en el protocolo de carreteras que firmaron el presidente Francisco Camps y la entonces ministra de Fomento Magdalena Álvarez.

"Probablemente no lo hicieron -dicen las fuentes- porque contaban con que la Generalitat sacaría una autovía desde el barranco del Carraixet hasta Serrería para hacer el acceso norte del puerto, proyecto que quitaría mucho tráfico al túnel pero que no se ha hecho".

Protestas tras la inauguración

Según las fuentes, la primera vez que el Ayuntamiento denunció este problema fue después de la inauguración del túnel y su propuesta fue dar los dos carriles de la autovía al paso inferior y a los coches que salen por la parte superior ponerles un ceda el paso de incorporación, sin carril de aceleración.

Para Fomento, esta solución "es viariamente inaceptable" y ha optado por una alternativa que tiene como base la propuesta municipal, pero mejorada. El proyecto remitido por el ministerio al Ayuntamiento de Valencia consiste en darle dos carriles al paso inferior y uno a la salida en superficie, todo ello utilizando la plataforma actual y repartiendo el espacio en tres carriles con un "murete" de protección en la parte exterior.

Esta distribución de la calzada se mantendría a lo largo de 650 metros de autovía, a los que habría que sumar otros 150 de transición al final del tramo.

Según las fuentes, los carriles actuales sólo perderían 25 centímetros de ancho, pasando de 3,5 metros a 3,25, una medida muy por encina de los mínimos legales y de otros carriles de la ciudad que tienen tres metros, dicen.

Para ello, habría que repavimentar el tramo y pintar de nuevo los carriles, una labor que se hará aprovechando los día de menos circulación y que, en su conjunto, podría estar terminada en el plazo de un mes.

Las fuentes advirtieron, en cualquier caso, que se trata de una solución provisional hasta que se complete la ampliación de la autovía, que, dependiendo de los informes medioambientales, puede tardar "dos, tres o cuatro años". La previsión es crear tres carriles en todo el trazado de la V-21 y entrar en Valencia sin problemas para el paso inferior de la avenida de Cataluña