Sesenta y cinco profesionales del mundo del circo de 20 países participan estos días en el espectáculo que el Circo Mundial ha estrenado en Valencia y que reúne a artistas procedentes de las tres culturas circenses: la asiática, la americana y al europea.

El responsable de la carpa, José María González, comenta que "a lo largo de las dos horas y treinta minutos los espectadores han contemplado y verán uno de los mejores números que hemos traído a la ciudad en muchos años. Entre el 8 y el 10 de enero celebraremos el Festival Internacional Ciudad de Valencia y quiero decir que el circo es una atracción para todos los públicos".

La gigantesca carpa se alza en el tramo IX del Jardín del Turia y lo hace en ese lugar por cuarto año consecutivo. En su interior conviven artistas de China, Rusia, Argentina, Ucrania, Bielorrusia, Rumanía, Bulgaria, Irlanda, Alemania, Italia y España.

Quienes han acudido a la sesión han visto nada más empezar el espectáculo donde ocho jóvenes trapecistas cubanos realizan una nueva modalidad de trapecio volante conocida como "el trapecio coreano", que consiste en lanzar los portores a sus compañeras a diferentes alturas realizando distintas piruetas. Y así comienza, por la duración del montaje de los trapecios y otros elementos, el desarrollo de los distintos números que dejan boquiabierta a la mayoría de los espectadores y no sólo precisamente a los más pequeños, los niños y niñas.

Otro de los momentos que más llama la atención es la aparición del "Trío Chicago", tres acróbatas rusos que realizan un número basado en las películas americanas de gánsteres y policías trasladando a la gente a una sala de cine. Y desde ese momento comienzan a aparecer sin cesar los demás artistas para acabar con los payasos, los más esperados.