El Ayuntamiento de Valencia tramita al menos 66 multas de más de 6.000 euros contra motoristas que circulaban por las calles de la ciudad con la moto a escape libre. Las sanciones son consecuencia de la nueva normativa estatal y municipal contra la contaminación acústica vigente desde de 2009.

La Policía Local interpuso las multas a lo largo del año pasado, aunque casi un tercio lo fueron durante los controles de motos de las fiestas falleras. Los agentes inmovilizaron 10 de las 66 motos.

Estas sanciones son similares a la de 8.200 euros contra un motorista en el barrio de Patraix publicada ayer por Levante-EMV. Es la primera interpuesta de este tipo, en febrero de 2009. Las demás resoluciones se notificarán en pocas semanas salvo que se hayan recurrido o se haya hecho frente al pago, según indicaron ayer fuentes municipales. Los hechos denunciados en Patraix se produjeron a las 17.30 horas del 6 de febrero del año pasado cuando el motorista circulaba con la moto a escape libre por la calle Campos Crespo en dirección a su domicilio y acudía a reunirse con sus amigos, según diversas fuentes consultadas. Éstas agregaron que "si se trata del joven de la Yamaha, todo el barrio ya sabíamos quién venía cuando escuchábamos el ruido. Era atronador", señalaron.

Un familiar del propietario de la moto recibió una de las primeras notificaciones pero como ni pagó ni presentó recurso alguno el procedimiento continuó pero las demás, al parecer, no las recibió nadie y de ahí que se publicara el martes en el "Boletín Oficial de la Provincia".

El dueño de la moto reside en el barrio de Patraix y el recorrido que hacía entre Campos Crespo y una calle próxima lo realizaba habitualmente con una Yamaha Temax 500 con el escape libre. El joven hace algunos días que no se acerca a la zona donde se reúne con sus amigos, quienes ayer hablaban de que poco pueden hacer frente al pago de esa sanción.

Infracción grave

La ordenanza acústica regula que el uso del citado método calificado como escape libre en el tubo de escape, sin él o con éste modificado, constituye una infracción grave por causar un alto índice de contaminación acústica. La cuantía de la sanción por infracción grave se establece de 600 a 6.000 euros. En el mismo texto normativo se fija que el escape libre es una de las fuentes de ruido más grave de la ciudad y aparece como un nivel de aplicación en grado máximo, o sea superior al 66,1% de la cuantía máxima.

El concejal del Procedimiento Sancionador del Ayuntamiento de Valencia, Félix Crespo, explicaba ayer que "la ordenanza es una norma local aplicable con lo dispuesto en normas básicas, en este caso la ley estatal del ruido. En su artículo 29.1 se establece que el uso del "escape libre" como infracción grave supone una multa entre 8.200 y 12.000 euros. Desde el servicio hemos puesto el mínimo que marca la ley. La sanción no es firme y el ciudadano puede recurrirla".