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La Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar dieron ayer la voz de alarma por el grave deterioro del reloj de sol de la Casa dels Bous, uno de los edificios más antiguos y emblemático del barrio. Se trata, asegura la asoación, de un ejemplo más del abandono en que se encuentra el patrimonio histórico protegido de la ciudad.

La Casa dels Bous pertenece, al igual que la centenaria Lonja del Pescado, a la Marina Auxiliante. La asociación de vecinos reconoció la defensa y esfuerzo que han hecho los marineros por mantener ambos edificios en buenas condiciones sin apenas ayudas oficiales.

La Casa del Bous cuenta en su fachada con uno de los pocos relojes de sol históricos de la ciudad. Con las lluvias de las últimas semanas, el reloj "se encuentran en riesgo de desaparición" puesto que "le han aparecido importantes desconchados sobre el revoco que conforma su esfera".

La pérdida del patrimonio del Cabanyal supone la pérdida del patriomonio de todos los valencianos, destacan los vecinos. El novelista Blasco Ibáñez se refiere contantemente a este edificio en su famosa obra "Flor de Mayo" donde relata que es en ella es donde se guardaban los toros que aparecen en los famosos cuadros de Sorolla que tiene como trasfondo escenas de pesca en esta playa del Cabanyal.

La Casa dels Bous, según la fecha que aparece en la fachada, fue construido en 1895, con lo cual este año cumple 115 años. Los terrenos sobre los que se levantó el histórico edificio fueron cedidos personalmente por el Rey Alfonso XII, el día 26 de febrero de 1877, aprovechando una visita del monarca a la ciudad de Valencia . El rey escribió de su puño y letra que "ninguna autoridad se oponga a que los pescadores de Pueblo Nuevo del Mar, pertenecientes a la Marina Auxiliante, edifiquen una casa para los toros de la playa". Así lo recoge el libro Historia del Cabanyal de Antonio Sanchís.

El proyecto de prolongación de Blasco Ibañez pasaba inicialmente por encima de la "Casa dels bous". Las alegaciones al proyecto lograron desviar ligeramente unos milímetros la traza del plano de alineaciones y la avenida pasaría raspando sus paredes. El edificio pasó de estar condenado a la picota a ser un edificio singular protegido con destino a equipamiento socio-cultural. Antes, el ayuntamiento tendrá que comprar o expropiar el inmueble.

El ayuntamiento mantiene un largo contencioso con Salvem el Cabanyal por la apertura de la nueva avenida, que ahora se encuentra ante una orden de paralización por expolio del Ministerio de Cultura.