La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia pretenden construir un edificio de cuatro alturas (planta baja con pasaje interior y tres pisos altos) en el solar recayente a la plaza del Pilar y Guillem de Castro para unir ambas vías públicas y destinarlo a Centro de Interpretación de Velluters, un espacio público para conocer la historia del barrio sedero.

Para esta actuación el consistorio cuenta con una inversión de 4,9 millones de euros, de los cuales 1,7 se destinan a pagar el suelo al Instituto de la Vivienda de las Fuerza Armadas (Invifas) del Ministerio de Defensa, cuyo convenio se firmó ayer.

A unos 150 metros del solar donde se pretende levantar el edificio para "explicar" Velluters, se debate entre permanecer en pie y hundirse el edificio histórico protegido del Real Colegio Mayor del Arte de la Seda, una institución de más de 500 años, depositaria de la época de oro de la industria sedera valenciana que ocupó durante siglos los inmuebles del barrio de Velluters al que dio nombre, y cuyas paredes agonizan desde hace años sin que ninguna institución haya emprendido una rehabilitación, valorada en aproximadamente 1,6 millones, la mitad de lo que costará el edificio nuevo que se plantea.

La estructura del Real Colegio del Arte Mayor de la Seda, sito en la calle del Hospital, corre peligro de derrumbe y los últimos hechos así lo confirman. Las obras del aparcamiento de la calle Vinatea parecen ser la causa de esos daños, aunque desde el área de Circulación lo niegan. Lo cierto es que ha coincidido en el tiempo la rotura de los testigos del interior del Colegio con el inicio de las obras del aparcamiento. Esto ha originado la reubicación de las dependencias administrativas a un área interior del complejo museístico sedero.

Desde el consistorio local se tiene un notable interés en llevar adelante la construcción del nuevo edificio de culturales en el solar contiguo a la iglesia del Pilar, a pesar de que el edificio protegido cercano, y coincidente con el objeto del futuro inmueble clama una urgente rehabilitación. A preguntas de este periódico, responsables de Urbanismo señalaron que una actuación no guarda relación con la otra y, por tanto, se complementan, a propósito de por qué no se invertía en el Colegio del Arte Mayor de la Seda y se destinaban las tres plantas altas del nuevo edificio con pasaje por ejemplo a viviendas.

La Conselleria de Infraestructuras es la que debe llevar a cabo los trabajos de mejora de la conexión de Guillem de Castro con la plaza del Pilar, pero hace dos años que recibió el encargo y no lo ha licitado.

El ayuntamiento y el Invifas rubricaron ayer el convenio de venta del solar después de un año de negociación y en él se recoge que está libre de cargas. El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, y el director general del Invifas, Bernabé Navarro, estamparon sus firmas aunque el pago del dinero se hará efectivo cuando se escriture.

La parcela tiene una superficie de 627 metros cuadrados, a los que hay que añadir otros 479 de patio interior. El concejal Bellver explicó que "ahora se redactará el proyecto durante tres meses y las obras se harán en otros 12. El dinero lo deberá adelantar el ayuntamiento y después se lo pagará la Generalitat a través del llamado Plan Confianza".

Bellver recordó que "esta actuación urbanística ya figuraba en los planes de reforma interior de comienzos del siglo XX" pero no precisó si era la unión de la plaza con Guillem de Castro o la construcción del inmueble con pasaje. En su origen, el solar fue el asentamiento del convento dominico con advocación a la Virgen del Pilar fundado en el siglo XVII que, posteriormente, se convirtió en cuartel y hospital militar tras la desamortización de Mendizábal en 1835.

La sede del gremio de sederos desde hace más de 500 años

El Colegio del Arte Mayor de la Seda ha sufrido diversas transformaciones a través de los siglos, pasando del estilo gótico al barroco en 1700. El actual inmueble se levanta sobre un antiguo edificio del siglo XV y fue declarado en 1982 Bien de Interés Cultural. El Gremio de Velluters, o de sederos, compró el edificio en 1492 y lo amplió hasta que en 1682 el Rey Carlos II concedió al citado gremio el título de Real Colegio del Arte Mayor de la Seda.

El colegio tiene importante documentación de los siglos XV al XIX catalogados en su archivo; telas clásicas valencianas de los siglos XVII y XVIII en sus salones; material muy diverso sobre la industria textil e importantes suelos de cerámica en sus salones y balcones. La mayoría del inmueble está apuntalado desde 2001 y una de las actuaciones más imperiosas es reforzar el contrafuerte exterior del arco del zaguán, con un coste de 15.000 euros pero para ello se deberá levantar el suelo de cerámica.