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El PSPV desplegó ayer por toda la ciudad de Valencia a cientos de militantes y cargos públicos para hacer pedagogía de su postura contraria a la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez y los derribos de casas en el Cabanyal que contempla el Plan Especial de Reforma Interior y Protección del Cabanyal (Pepri).

La jornada informativa se celebró tras una semana de conflicto entre el Ayuntamiento de Valencia y el PSPV, después de que el fin de semana pasado los servicios de limpieza municipales quitaran con agua a presión los carteles de la campaña socialista «Derribar tu casa; prolongar el abuso». Pese al anuncio de multas por parte del ayuntamiento, desde el PSPV el secretario general de la agrupación de Valencia, Salvador Broseta, señaló ayer que no han recibido ninguna notificación.

Así las cosas, los socialistas han seguido adelante con la campaña informativa y ayer se repartieron 34.000 folletos —aunque no pegaron más carteles en las paredes— en los que el PSPV denuncia el modelo urbanístico «agotado» que representa la prolongación; el «estilo autoritario» del PP a la hora de aplicar el plan y las «relaciones turbias» de una iniciativa que «podría beneficiar a empresas vinculadas al caso de corrupción más vergonzoso de la historia de la Comunitat».

Entre los cargos que en la mañana del sábado se echaron a la calle —se plantaron 17 puntos informativos en la ciudad— figuraban diputados nacionales como José Luis Ábalos o Ferran Bono; senadoras como Carmen Alborch; diputados autonómicos como Francesc Signes, Clara Tirado, Cristina Moreno o Rosaura Pérez; el portavoz socialista en diputación, Rafael Rubio, y buena parte del grupo municipal y la ejecutiva del PSPV de Valencia.

El punto de partida de la jornada estuvo en la Plaça de la Creu del Canyamelar, junto al Mercado del Cabanyal, donde el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, lamentó que tras «30 años de lucha democrática, la gente no se pueda expresar en las calles».

«Camps y Barberá tienen que dejar de pensar que cualquier ciudadano que discrepa con ellos es alguien peligroso, que es alguien indecente. Tienen que dejar de pensar que un ciudadano que no comulga con sus ideas es alguien a quien hay que perseguir». Sobre la campaña, el dirigente socialista explicó que pretenden «explicarle a la gente que es posible otro Gobierno de la ciudad y también otra Generalitat».

Según Alarte, El Cabanyal «es la culminación del fracaso del modelo de gobernar de Camps y Barberá, del modelo de destruirlo todo, que ha traído un paro del 22%, el más alto de la historia de la Generalitat, el caos en Catarroja y Manises, la vergüenza de Polop y la corrupción en toda la Comunitat».

«Que no tengan paranoias»

Por su parte, la portavoz socialista en el ayuntamiento Carmen Alborch insistió en la rehabilitación del barrio y apuntó que estos proyectos «deben ser fruto del diálogo y de la colaboración entre las administraciones». En este sentido, Alborch se dirigió a la alcaldesa y le instó a «a que no tenga tantas paranoias y se siente a dialogar. Porque realmente los barrios y las ciudades se revitalizan por el diálogo».

Clemente (PP): «Alarte se ha hecho la foto del agravio»

El secretario general del PPCV, Antonio Clemente, criticó ayer que Jorge Alarte haya ido al Cabanyal «a hacerse la foto del agravio», y lamentó que «como el PSPV no ha podido parar la revitalización de este barrio, ya que todos los recursos que han presentado han terminado siendo archivados, se lo encarga al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero». Clemente advirtió a los socialistas que el PP «va a seguir trabajando para devolver el barrio marinero del Cabanyal a los ciudadanos y va a abrirlo al mar porque Valencia lo quiere así». «Y, desde luego, no vamos a fallar a los vecinos del Cabañal», puntualizó. levante-emv valencia

«No quiero que me den un piso; yo quiero mi casita»

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Los dirigentes del PSPV, que ayer se echaron a la calle para explicar a los vecinos cara a cara su oposición al plan del ayuntamiento para el Cabanyal, se encontraron con algunos vecinos que les explicaron situaciones dramáticas generadas por un conflicto que se prolonga durante más de una década.

Entre ellos el de una mujer que se acercó al secretario general y a la portavoz municipal del PSPV entre lágrimas lamentado su situación. «¿Falta mucho?», sollozaba con la esperanza de que el barrio vuelva a recobrar la normalidad. Se trata de una señora que vive sola en su edificio, con todas las casas tapiadas, después de que todos sus vecinos se marcharan de sus casas.

Con más vehemencia se expresó Tomás, propietario de un piso en una finca protegida de la calle Francesc Eiximenis, al que el ayuntamiento, según explicó, quería expropiarle por tres millones de pesetas. «No hay derecho a que roben a los pobres», criticaba Tomás: «Somos todos valencianos; que el ayuntamiento no robe a su pueblo», decía a los dirigentes socialistas, a quienes pedía que denunciaran la situación.

El punto de encuentro de los socialistas ayer era el cruce de la calle Mediterráneo con la Plaça de la Creu del Canyamelar, justo donde concluyó la manifestación que hace unas semanas recorrió el barrio para reclamar el fin de los derribos y la rehabilitación integral del Cabanyal. Precisamente, los portavoces de la Plataforma «Salvem el Cabanyal» Maribel Doménech y Tino Villora también asistieron al encuentro.

El consistorio critica el gasto de la campaña

El concejal de Relaciones con los Medios del Ayuntamiento de Valencia, Miquel Domínguez, consideró que la campaña del PSPV «Derribar tu casa. Prolongar el abuso» referente al barrio de El Cabanyal es «un dispendio de dinero y tiempo, con un coste que puede estar por encima de los 35.000 euros, para difundir mentiras por doquier, para manipular a la opinión pública». levante-emv valencia