El Colegio del Arte Mayor de la Seda comenzó ayer a trasladar los objetos museísticos y enseres que le quedan en sus dependencias de la calle Hospital por el riesgo de desplome del arco de carga y, por consiguiente, de las paredes interiores y de la fachada exterior del edificio, en estado de semiruina.

Un técnico de la Dirección General de Patrimonio controló ayer el embalaje y primeros transportes de las piezas que irán a locales del Ayuntamiento de Valencia y de la diputación, instituciones que no cobrarán ni un euro por tener en depósito los efectos trasladad0s hasta que se realicen los trabajos de rehabilitación pendientes.

El presidente del colegio, Vicente Genovés, y el arquitecto del colectivo, Fernando Aranda, junto a otros miembros de la institución centenaria, también controlaron durante toda la mañana de ayer el traslado a los camiones, que continuará hasta mañana o el jueves.

"El traslado de las piezas de maquinaria y el mobiliario tardará entre tres y cuatro días, pero queremos estar tranquilos de que todo se desarrolla bien", comentó Genovés, quien no recibió demasiado bien las declaraciones de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, desentendiéndose del estado del Colegio al afirmar que la rehabilitación no es competencia municipal. "Creo que no estuvo muy acertada", manifestó el presidente. Tampoco se quedó muy conforme con las informaciones de la Conselleria de Infraestructuras que señalan que están ultimando el proyecto constructivo. "Es chocante que lo digan cuando el proyecto está aprobado y visado hace años. Está todo previsto", dijo Genovés.

Como viene informando Levante-EMV, el ayuntamiento ha anunciado que gastará más de tres millones de euros del "plan Confianza" de la Generalitat en la construcción de un edificio en Guillem de Castro para "explicar" a todos el barrio de Velluters, una función para la que debía estar llamado el cinco veces centenario Real Colegio del Arte Mayor de la Seda, cuyo edificio se hunde a 150 metros del lugar elegido por el consistorio para el edificio divulgativo.

Una parte de la maquinaria del Colegio está fuera de su sede desde hace años, en unas instalaciones de la diputación en Bétera. Los demás telares son trasladados a otras instalaciones de la institución provincial en Catarroja. Otros enseres, como sillas o mesas, van a unos bajos del ayuntamiento.

En relación con el deterioro del colegio, el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, siguió ayer los pasos de la alcaldesa, Rita Barberá, en el sentido de echar balones fuera y afirmar que la responsabilidad de rehabilitar el edificio no le incumbe al ayuntamiento. Además no quiso desvelar si pedirá explicaciones a la Conselleria de Infraestructuras por el retraso en la licitación de las obras de rescate, unas obras no iniciadas y con el proyecto en redacción hace años.

Bellver lamentó que su proyecto para Velluters haya sido desvirtuado y recordó que figura en el PGOU aunque sin usos definidos.

Se repartirán 15.000 lazos de protesta para exigir las obras en el inmueble sedero

El Colegio del Arte Mayor de la Seda volverá a emprender una segunda campaña de movilización ciudadana para conseguir que, de una vez por todas, las obras de rehabilitación se inicien. El objetivo es doble: el mantenimiento y restauración del edificio y su puesta en valor como museo para revitalizar el barrio.

La falla Els Somnis, que planta el monumento en la zona de la avenida de las Cortes Valencianas, fue la promotora de los lazos hace unos años y sus componentes mantienen una lucha desde 2004 para la rehabilitación del inmueble sedero.

El presidente del colegio recordó ayer que "en cuatro tiendas de indumentaria se reparten los lazos y también se hará desde el colegio. Queremos que los valencianos sientan esta sede como propia. El edificio forma parte de la historia de la ciudad y la indumentaria es una parte fundamental".

Genovés dijo que a las comisiones falleras les harán llegar los lazos a través de las agrupaciones. "Es el mejor método porque esos colectivos reúnen a diversas comisiones. Los falleros conocen bien la historia del colegio", comentó.

Por su parte, un colectivo en defensa de la sede del colegio también se ha constituido bajo el nombre de Salvem el Colegio y a él pertenecen ya 500 miembros, entre ellos la hija del ex presidente Edison Valls.