El apoyo a la rehabilitación de inmuebles como factor de creación de empleo es una de las apuestas estratégicas del Gobierno de Rodríguez Zapatero para combatir la crisis económica. Sin embargo, esta confianza en la capacidad de desarrollo económico de la rehabilitación es nueva en el Ejecutivo central por lo que respecta a la ciudad de Valencia. Mientras el ayuntamiento y la Generalitat alternan actuaciones de rehabilitación de inmuebles existentes y la creación de servicios en edificios de nueva planta, los departamentos de la Administración periférica del Estado en la capital parecen huir de la reutilización de edificios antiguos y prefieren construcciones nuevas.

La denominada "Casa del Chavo", en la céntrica Marqués de Sotelo, es una de las pocas fincas que el Estado ha rehabilitado y reutilizado en la ciudad de Valencia para sus funcionarios. La Tesorería de la Seguridad Social optó por un edificio nuevo en la calle de Colón; las direcciones provinciales de los ministerios, por otro inmueble de planta cuadrada junto a la Estación de Autobuses; el Instituto Nacional de la Seguridad Social se construyó otra finca con fachada de mármol en la calle de Bailén, y así muchos más ejemplos.

Ahora, la Jefatura Provincial de Tráfico, dependiente del Ministerio del Interior, pretende abandonar el bajo y la primera planta que ocupa desde hace años en la calle Mora de Rubielos. Pero no ha previsto rehabilitar alguno de los conjuntos arquitectónicos que por ejemplo los concejales del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia proponen rescatar al menos una vez cada mes, como la antigua fábrica La Ceramo o la vieja factoría de Bombas Gens. Tráfico tiene reservado un solar para construir una nueva sede junto a la avenida de la Malva-rosa. En esta ocasión, el Gobierno tampoco predicará con el ejemplo.

Tabacalera y la antigua Modelo

Otras instituciones sí han desarrollado intervenciones de reutilización de edificios. El ayuntamiento ha convertido la antigua Tabacalera en sede de parte de sus servicios. La Generalitat transforma la antigua cárcel Modelo en sede de varias "conselleries" con un proyecto mixto de reutilización y nueva construcción. El Gobierno, por su parte, mantiene en uso edificios emblemáticos o monumentales, como el palacio del Temple, la central de Hacienda en Guillem de Castro o los cuarteles de la Alameda, pero apenas practica la reutilización.

Mientras la Jefatura de Tráfico prepara su mudanza, complejos de valor histórico y arquitectónico aptos para acoger servicios públicos, como La Ceramo o Bombas Gens, agonizan abandonadas. Para el primero de ellos se ha planteado una posible adquisición para convertirla en complemento del Museo Nacional de Cerámica "González Martí", aún por concretar. La segunda, en Marxalenes, ha sido objeto de interés de la Delegación del Gobierno pero de momento sólo para efectuar varias operaciones policiales de desalojo de ocupantes ilegales.

Cabe apuntar que uno de los edificios de valor arquitectónico que el Estado ocupa en Valencia, el antiguo cuartel de Zapadores, permanece en su mayor parte sin rehabilitar y en un estado interior y exterior lamentable pese a las sucesivas promesas de proyectos de restauración efectuadas por responsables gubernamentales de uno y otro signo en los últimos años.