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La Universitat de València se ha sumado al rechazo al derribo parcial del muro del jardín de Monforte impulsado por el Ayuntamiento de Valencia con la idea de oxigenar los árboles y conectar el huerto neoclásico con la ciudad. El Departamento de Bellas Artes de la UV rechaza la actuación y advierte que el ayuntamiento no es competente.

En informe contra del derribo del tramo de muro de las calles Severo Ochoa y Monforte y su sustitución por un verja fue aprobado por el consejo del departamento de Bellas Artes el 10 de febrero pasado. La oposición al proyecto se basa "en razones patrimoniales, filológicas e históricas" que se resumen en cinco. Según la Universitat, "el muro de mamposteria que encierra el jardín debe ser conservado" por que todo jardín "está cerrado a la vista del exterior y protegido de bullicio y movimiento urbano". La verja, apunta "sólo apropiada para parques urbanos".

El informe, redactado a instancias de la Asociación de Amigos de los Jardines, recuerda que "el actual cerramiento es el original del jardín". Alude asimismo a su carácter singular porque, según el Decreto de 30 de mayo de 1941 que declaró el huerto de Romero o Monforte "jardín artístico", se trata "del único jardín valenciano que se conserva en la actualidad sin cambios sustanciales desde que fue diseñado en la segunda mitad del siglo XIX".

En base al citado decreto, la corporación municipal de Valencia "queda encargada de su restauración y conservación". "No se le otorga en este decreto la competencia de realizar modificaciones estructurales ni de proceder al derribo de ninguna de sus partes", recuerda la Universitat.

Por último, destaca que "toda intervención realizada en el jardín debería contar con la aprobación del Ministerio de Cultura que en el momento presente ejerce la tutela estatal bajo la cual se encuentra protegido el citado jardín".

El informe de la Universitat se suma al que emitió, también a petición de Ajava, la Real Academia de San Carlos en contra del derribo. La asociación también le ha pedido un pronunciamiento a la Universidad Politécnica.

Las críticas al proyecto tanto de derribo del muro como de remodelación interior han llegado incluso desde el otro lado del charco. El ex conseller de Cultura y actual cónsul de Nueva York, Fernando Villalonga, ha criticado con dureza la intervención llegando a pedir la dimisión del presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía, por defender el derribo y decir que el muro "no tiene valor". Ante la polémica suscitada, la alcaldesa, Rita Barberá, ha pedido informe complementarios y ha dejado el proyecto aparcado. La denuncia de la Fiscalía contra el concejal de Urbanismo por presunta prevaricación al autorizar el derribo conocida ayer podría darle la puntilla al proyecto.

El presidente de Ajava, Julio Lacarra, manifestó ayer su satisfacción por la decisión del fiscal y confió en que eso sumado a los informes muevan a la alcaldesa a "dejar el jardín como está".

La Fiscalía del TSJ ha interpuesto una denuncia por presunta prevaricación en el derribo del muro del Jardín de Monforte contra el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver. La denuncia es consecuencia de la investigación que abrió el fiscal a instancias de Cercle Obert. La asociación denunció que la actuación se iba a llevar a cabo en contra de la ley de Patrimonio pues no contaba con los preceptivos informes de la Inspección Técnica de la Conselleria de Cultura ni con el de impacto ambiental. El colectivo alertaba además de que el ayuntamiento no había aprobado el plan especial de protección del jardín, declarado Bien de Interés Cultural, que regula el tipo de intervenciones que admite el jardín neoclásico.

La denuncia interpuesta en el juzgado por el fiscal puede llevar a Jorge Bellver a declarar ante el juez. Cercle Obert ofreció ayer retirar la denuncia si el ayuntamiento renuncia.

Bellver manifestó ayer su "desconcierto" por la denuncia -de la no tenía constancia formal- y aclaró que hay un informe favorable de la Dirección General de Patrimonio. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, negó ayer que hubiera prevaricación porque el derribo "no se ha aprobado todavía". "No hay acto administrativo", remachó. La alcaldesa redujo ayer a una "intención" el proyecto y eso, dijo, "no es delito". El ayuntamiento ha pedido informes y aprobado el anteproyecto de ampliación del jardín, que incluso contaba con dotación presupuestaria y plazos (se iba a empezar en abril), pero aún no ha licitado la obra. h.g./p.v.valencia