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El concejal socialista Juan Soto se manifestó ayer en contra de la privatización de las escuelas infantiles y acusó al equipo de gobierno municipal de entregar instalaciones construidas con dinero público (17 millones de euros del Estado y de la Generalitat), para que hagan "negocio" empresas privadas.

Como se había anunciado, la Comisión de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Valencia aprobó ayer la implantación del modelo de "gestión indirecta" para las escuelas infantiles construidas y por construir, lo que incluye a las cuatro ya terminadas con cargo al Plan E del Gobierno (Quatre Carreres, Algirós, Benicalap y la Policía Local) y las tres que han de levantarse con fondos de la Generalitat (Pla del Real, Rascanya y Pobles del Nord).

En esa comisión, sin embargo, hubo una fuerte oposición del grupo socialista, cuyo portavoz, Juan Soto, cree que esta medida "frustra la implantación de una red pública de escuelas infantiles, pervierte la finalidad de los recursos públicos, priva a los padres y madres de la posibilidad de escoger modelo educativo para sus hijos, y constituye una privatización radical y la abdicación del equipo de gobierno respecto de sus responsabilidades educativas".

Modelo público total

El representante socialista explicó que en la actualidad sólo existe una escuela infantil municipal de gestión directa (Pinedo) mientras que la medida aprobada ayer supone entregar a manos privadas la gestión de instalaciones "dignas y solventes" que han costado 17.286.009 euros procedentes de dinero público. "El Ayuntamiento pervierte el modelo al entregar las escuelas a empresas privadas para que hagan negocio", consideró el edil.

Soto denunció que, a falta de definir el canon, la duración y el proyecto educativo, el modelo de gestión indirecta por concesión administrativa permitirá que el pliego de condiciones establezca periodos de explotación de hasta 25 años. En lugar de ello, defendió que la ciudad adopte un modelo de gestión público similar al que ya existe en otros municipios.

Por su parte, el concejal de Educación, Emilio del Toro, acusó a Soto de mantener un discurso "rancio y pasado de moda" y recordó que este modelo ya funciona en Valencia desde 1994 con plena satisfacción de los usuarios.