Encontrarse con un escritor con más de un centenar de obras publicadas no es habitual, pero aún lo es menos que este autor sea prácticamente desconocido después de haber vendido centenares de miles de libros. Su hándicap ha sido ser un escritor de géneros muy populares pero denostados como las novelas de ciencia ficción, del oeste, las policiacas o las de género bélico. Además, el personaje del que hablamos, Vicente Adam Cardona, no ha firmado sus obras con su nombre, sino que publicaba con dos seudónimos: Vic Adams y V.A. Carter.

Nació en Llombai en 1927, aunque abandonó la población a los pocos meses. Sus padres al casarse pasaron a residir en Valencia. Su madre había "estado en amo", es decir, había servido como criada en una casa de Valencia, mientras que su padre trabajó de leñador. A los siete años, Vicente Adam quedó huérfano de madre y poco después, con motivo de la guerra civil, volvió algún tiempo a Llombai. Aunque mantiene vinculación familiar a través de algunos primos, hace algunos años que no visita la población ribereña. Eso sí, recuerda que durante su juventud acudía los fines de semana a Llombai, viajando en tren hasta Carlet o Silla y posteriormente volvía caminando. Respecto a su formación académica, se considera un "analfabeto oficial". A este respecto confiesa: "Apenas fui a la escuela. La última a la que asistí fue la de Llombai". Ya de adulto se matriculó en la Escuela de Artesanos de Valencia, a la que acudía dos horas a la semana para estudiar matemáticas y taquigrafía, pagando dos pesetas por curso. Aprendió a escribir a máquina, hecho que le abrió el camino laboral, y aprovechó un hueco en el horario para matricularse en inglés. Estuvo dando tumbos en varios oficios, hasta que entró en un juzgado como meritorio para pasar posteriormente a un bufete de abogado.

Una apuesta personal

Después de aprobar el acceso a los mayores de 25 años, ingresó en la Universidad para iniciar estudios de graduado social, alternándolos con sus inicios como autor de novelas de bolsillo. "Hice una apuesta personal: en el momento en que me publicasen una obra estaba decidido a abandonar los estudios para dedicarme a escribir, y así lo hice", relata. Su primera obra de ciencia ficción, Marionetas humanas, se publicó en la colección Luchadores del espacio de Editorial Valenciana. Antes ya había publicado en la editorial barcelonesa Toray alguna novela del oeste. No tuvo que tirar a la basura ninguna de sus obras, aquellas que no le publicaban en Valencia, las enviaba a Barcelona y todas acababan saliendo a la luz. Sí que tuvo que utilizar dos seudónimos de forma simultánea, ya que Toray reclamaba que Vic Adams fuese exclusivamente suyo. Las editoriales sabían que era la misma persona pero hacían la vista gorda.

Adam ha escrito un centenar de novelas de vaqueros y unas 18 de ciencia ficción, además de algunas policiacas y otras de guerra. Algunas de sus obras se publicaron también en Argentina. Es autor de una veintena de traducciones de novelas del inglés y, al menos, veintitrés de sus obras han sido traducidas al portugués.

Su formación ha sido prácticamente autodidacta. "Leer, he leído mucho, novelas de todo tipo, sobre todo clásicas. El Quijote me duró muy poco tiempo. No he leído prácticamente novela moderna. Solo algunos "best-sellers" de los últimos años, pero no me convencen", precisa. Para escribir sus novelas se documentaba con libros de ciencia ficción y novelas del oeste. No tiene constancia de haber visto hecho realidad algunos detalles de sus novelas de ciencia ficción, aunque sÍ que recuerda que el primer vuelo de Gagarin lo escribió en una novela "antes que se produjera".

En cuanto a las fuentes de inspiración, ha preferido los autores americanos: Isaac Asimov, Murray Leinster, Robert A. Heinlein, etc. Del cine de ciencia ficción recuerda algunos títulos: Ultimátum a la Tierra y La guerra de las galaxias. Y añade: "Una vez me comentaron la posibilidad de hacer una película de una de mis novelas, pero el ofrecimiento quedó en un simple comentario". Nunca ha escrito ninguna novela que no fuera de bolsillo, "económicamente no me podía permitir perder seis meses escribiendo una novela que no llegasen a publicarla". Aunque lamenta no haber ganado dinero con sus obras: "De la mayor parte de mi producción vendía los derechos y, por tanto, ya no eran obras mías; así que no he cobrado. Eran otros tiempos".

Con 83 años, Vicente Adam, vive retirado en Valencia. Tiene escrito un diccionario del Tirant lo Blanc que incluye todo el vocabulario de la novela de Joanot Martorell,en sendas versiones en castellano y valenciano. Por el momento, no ha tenido ofertas de publicar una obra que le ha llevado más de treinta años de elaborar.

Nunca ha recibido ninguna distinción, ni en su población natal, Llombai ni en Valencia. "Sólo la editorial Toray nos daba una pequeña gratificación cuando se agotaba la edición de una obra", comenta. El experto en literatura de ciencia ficción José Carlos Canalda Cámara valora a Vicente Adam como "escritor moderno que conocía los clásicos y asimiló las tendencias de la ciencia ficción norteamericana".