?

Los hosteleros del Paseo Marítimo de Valencia parecen no confiar mucho en la voluntad del Gobierno para dejarles sus terrazas y han tramitado ante el Ayuntamiento la licencia de obras para retirar los cerramientos. De todas formas, el encuentro que tendrá lugar en Madrid el próximo 7 de junio entre los hosteleros y representantes de la Demarcación de Costas les permite albergar esperanza respecto a una solución total o parcial. Descartada prácticamente la opción de mantener los 150 metros actuales, confían en lograr, al menos, una moratoria hasta después del verano y un compromiso posterior de que los 50 metros que les han concedido temporalmente se los dejarán para siempre.

Los 14 chiringuitos de la Malva-rosa aceptaron una concesión de cinco años a cambio de reducir el próximo 17 de junio el tamaño de sus terrazas de 150 metros cuadrados a 50. Para la Demarcación de Costas, por tanto, su caso está cerrado, pero como los 8 restaurantes de Pinedo y El Saler están negociando junto con la Federación de Hostelería el mantenimiento íntegro de sus terrazas y el próximo 7 de junio tienen un encuentro en Madrid, todavía confían en obtener algún resultado.

Miguel Cueca, presidente de la Asociación de Hosteleros de la Malva-rosa, cree que la mejor solución sería transferir las competencias a la Generalitat Valenciana sobre los locales situados dentro del espacio marítimo terrestre o hacer un nuevo deslinde para que el paseo marítimo pase a ser del Ayuntamiento.

Ahora bien, si eso no se consiguiera, los hosteleros de la Malva-rosa confían en arrancar una moratoria hasta después del verano y luego tratar de que al menos los 50 metros de terraza que les han dejado temporalmente sean para siempre, "que no tengamos que estar cada año pensando si nos los van a dar o no", explicó.

De todas formas, como la negociación está en el aire y "la Administración central no cede", es decir, el próximo 17 de junio deberán haber retirado las terrazas sobrantes, Cueca explicó que los 14 hosteleros de la Malva-rosa tramitaron hace más de un mes la licencias de obras, petición a la que el Ayuntamiento de Valencia aún no ha respondido.

"Nosotros tenemos 150 metros de local y luego tenemos 150 metros de terraza, cien cerrados y 50 sin cerrar. Lo que tenemos que hacer es derribar la parte cerrada y quedarnos con los 50 metros que nos dejan", explicó.