A los servicios sociales municipales y a la misma policía local le viene una avalancha de informes y visitas a los domicilios de algunas de las familias que quieren optar a la beca de comedor. La reciente resolución de la Conselleria de Educación sobre estas ayudas exige una estricta documentación para justificar que se es merecedor o merecedora de ella y que son ciertas las circunstancias que se esgrimen.

Educación exige que la familia monoparental -viudos, divorciados, madres sin pareja- debe quedar "fehacientemente acreditada" además de "con el libro de familia, certificado de defunción o sentencia firme de separación" mediante "un certificado municipal de convivencia o informe de los servicios sociales" porque "la convivencia con otra persona con la que mantenga una relación de afectividad, aunque ésta no esté regularizada, excluye la condición de familia monoparental y, en consecuencia, los beneficios atribuidos a la misma" señala textualmente la resolución.

De esta forma, se tendrá que pedir un certificado municipal previa comprobación "in situ", en la vivienda, de un policía local o un funcionario. Desde la dirección de algunos colegios públicos de Valencia indicaron ayer a este diario que el ayuntamiento de esta ciudad se niega a hacerlo mientras que el de Burjassot, por ejemplo, lo están acreditando.

Similar situación se da con los certificados de los servicios sociales sobre la situación económica de las familias sin ingresos.

El director general de Centros, Rafael Carbonell, explicó ayer a Levante-EMV que lo que Educación pretende es que "nadie se cuele en el procedimiento administrativo. Debemos ser escrupulosos y salvaguardar que se beneficien quienes cumplen las condiciones". Sobre la negativa de otras administraciones a expender los certificados, afirmó que "no somos competentes para eso. Cada uno es responsable de las competencias que debe ejercer".