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El recorte en la iluminación de la ciudad sigue enfrentando al Grupo Socialista y al equipo de Gobierno municipal, no porque no estén de acuerdo en reducir los gastos, como ha anunciado la alcaldesa Rita Barberá, sino por las diferentes visiones que tienen sobre el "derroche" de los últimos años.

Ayer, la concejala socialista Carmina del Río ofreció datos oficiales según los cuales desde el año 1996 a 2008 se ha pasado de 67kilowatios por persona y hora a 132; y la factura del alumbrado se ha disparado de 4 a 10,3 millones de euros. Esto ha sido posible, asegura, porque en el año 1994 había 46.918 farolas en la ciudad y catorce años después ese número se había elevado a 97.097, "un aumento muy necesario en algunos barrios, pero muy poco necesario en otras zonas de la ciudad".

Ocurre, además, según Carmina del Río, que estos datos alejan a la ciudad de Valencia de los objetivos del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2012, que prevé que todos los municipios de España consuman en esa fecha un máximo de 75 kilowatios por habitante y hora.

Piden una auditoría

Así las cosas, el Grupo Municipal Socialista ha exigido al equipo de Gobierno del PP que audite la eficiencia del alumbrado público y elabore una ordenanza de prevención de la contaminación lumínica que cambié la forma de actuar en la ciudad. El objetivo sería un alumbrado público sostenible que genere ahorro en la factura eléctrica y que reduzca la emisión de gases de efecto invernadero.

Por su parte, el concejal de Alumbrado del Ayuntamiento de Valencia, Juan Vicente Jurado, ha justificado el aumento de farolas por la aparición de nuevos barrios y nuevas infraestructuras. "Es cierto que en los últimos 16 años ha habido un importante incremento de puntos de luz", dice. "Lo que no es cierto -añade- es que este crecimiento se haya hecho de manera inexplicable".

Jurado recordó que en el año 1991, cuando el PP llegó al poder, "las calles se iluminaban como carreteras, con una distancia entre farolas de más de 30 metros y con unos niveles de iluminación insuficientes.

En resumen, el concejal de Alumbrado segura que "no se ha malgastado ni un euro" y que después de introducir medidas de regulación, en el año 2009, del que Carmina del Río no tenía todavía los datos oficiales, se ha rebajado la factura del alumbrado público un 6%.