Cerca de 400.000 valencianos, según cifras de la Policía y Protección Civil, secundaron hoy mirando al cielo el VII Festival Aéreo Internacional Ciudad de Valencia, en el que casi un centenar de pilotos y paracaidistas, con miles de horas de vuelo, mostraron con "absoluta precisión" las figuras que son capaces de crear con sus aviones.

El desfile comenzó a las 10.00 horas con la participación de los aviones ultraligeros de la Llosa, varios pilotos que rompieron el silencio de la playa inaugurando con "sincronicidad y temple" un festival de cuatro horas de acción, según informó la organización del evento en un comunicado.

La aviación ligera del Real Aeroclub de Valencia, de la Fundación Aérea de la Comunidad Valenciana, siguió mostrando habilidades en este carrusel acrobático, donde los paracaidistas del Paraclub cayendo en caída libre a gran velocidad generaron gran expectación.

En el encuentro se dieron cita aviones acrobáticos históricos como el Saeta pilotado por el valenciano Víctor Lleó. Un avión del que en su época se construyeron sólo 25 ejemplares y de los que quedan sólo tres en funcionamiento.

Otro de los pilotos, que "asombró con su buena actuación", fue el también valenciano, Anselmo Gámez, miembro del Equipo Nacional de Vuelo Acrobático, que mostró al público su capacidad de hacer giros y maniobras en vertical, mientras relataba a los presentes, a través de la monitorización del certamen, lo que iba haciendo. Por su parte, el canadair CL-415, una mezcla de barco y avión, diseñado para participar en tareas de extinción de incendios, mostró la "suavidad" en la toma del agua del mar.

Asimismo, participó el helicóptero de la Policía de la Generalitat

Jaume I. Se trata de un modelo Augusta 109 E con capacidad para seis tripulantes, que dispone de radar meteorológico y alcanza una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora. Además, está equipado de la más alta tecnología al contar con faro de búsqueda, megafonía y sirena externa, consola de comunicaciones, sistema de transmisión de imágenes, grúa de rescate y kit de evacuación sanitaria, según expicó el Consell.

El VII Festival Aéreo Internacional Ciudad de Valencia fue posible un año más gracias a la acción conjunta de más de 250 personas entre organización, pilotos y mecánicos, así como a la participación de los miembros de seguridad, de la Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y bomberos, que velaron por mantener las áreas de seguridad.

Las piruetas de los paracaidistas de la Patrulla Papea, saltadores con más de 10.000 horas de lanzamientos, fueron "una ovación". Los saltadores se lanzaron desde unos 3.000 metros de altura en paracaídas de mayor tamaño que les permitieron mostrar figuras como un "relativo de campana", en la que dos paracaidistas se enlazan por los pies y caen a 70 kilómetros por hora.

En esta edición estuvieron presentes el teniente general del Ejército del Aire, Fernando Lens Astray, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Valencia, Cristobal Grau y la Fallera Mayor Infantil de Valencia 2010, Ariadna Galán, entre otros.

El broche de oro de este espectáculo llegó con la Patrulla Aguila, integrada por siete instructores de la Escuela de San Javier que en sus ratos libres se dedican a realizar acrobacias de alta precisión.