En los últimos tiempos la Policía Local de Valencia se está esmerando en la aplicación de la normativa de tráfico en las calles de la ciudad. La última decisión, que puede resultar polémica por la interpretación de la normativa por parte de los agentes, es la multa interpuesta a un motociclista por "fumar mientras conduce". En la denuncia, que no estipula cuantía de la sanción, se argumenta que circular consumiendo un cigarrillo "le priva la libertad de movimientos".

Los hechos ocurrieron hace varias semanas en la calle Marqués de Sotelo de Valencia. Vicente, repartidor y experimentado motorista, circulaba con su motocicleta por la vía mientras se fumaba un cigarrillo. Según explica, se cruzó con un vehículo de la Policía Local de Valencia y "tras sacar medio cuerpo por la ventana me dijo chillando que tirara el cigarrillo y parara la moto". "Yo detuve el vehículo pero no tiré el cigarrillo porque hacerlo puede repercutir una sanción", explicó.

Los agentes, afirmó, le advirtieron que fumar mientras se conduce una motocicleta es ilegal porque le priva de movimientos, así que procedieron a sancionarle.

Para Vicente, esta actuación de la policía "es una interpretación libre de la ley, ya que en ningún momento estipula que no se pueda conducir fumando". Por ello, aseguró, "voy a recurrir la sanción y además pondré una queja". Vicente, que lleva nueve años encima de una moto, manifiesta que en el caso de esta multa los agentes "no hicieron su trabajo de prevenir que se hagan las cosas bien, si no de imponer lo que ellos quieren".

La normativa de la Dirección general de Tráfico no especifica que no se pueda fumar cuando se conduzca cualquier tipo de vehículo. Sólo contempla sanción si este hecho provoca "no mantener la atención permanente a la via". Por ejemplo, en caso que se esté distraído encendiendo el cigarrillo con el mechero del coche o buscando el paquete de tabaco. El otro caso es por no mantener la libertad de movimientos. Aquí hay sanción cuando el acto de fumar te impida coger bien el volante o cambiar una marcha en caso necesario.

En 2006 la Dirección General Tráfico (DGT) retiró una multa a un conductor asturiano que había sido sancionado por conducir fumando. En aquella ocasión, y tras varios recursos, la DGT pidió disculpas al conductor mediante una resolución asegurando que "se procede a la anulación de la sanción por no ser el hecho denunciado constitutivo de infracción alguna". Días después, la subdirectora provincial de Tráfico de Asturias, Elisa Gil, puntualizó, no obstante: "Si hubiera añadido [en la denuncia] que, al ir fumando, se distrajo y que pudo causar una colisión, sí se hubiera podido tramitar la sanción, pero no por el hecho de fumar, sino por la distracción".

En muchas ocasiones distintos grupos de presión han intentado que el reglamento de la DGT contemple la prohibición de fumar mientras se va al volante, y por extensión al manillar de una motocicleta. Hasta la fecha, la sangre no ha llegado al río.

Más de un conductor que haya circulado por la ciudad de Valencia en los últimos meses y que supuestamente lo hacía mientras hablaba por teléfono habrá recibido en su domicilio una multa de la Policía Local de Valencia. La sanción no acompaña fotografía, ni tampoco nada que demuestre que han "pillado" in fraganti al conductor, como por ejemplo cuando los agentes detienen al infractor.

En varios casos que ha podido conocer Levante-EMV tan sólo llega la multa, en concreto de 105 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir. En la sanción estipula que "no se pudo notificar la denuncia por ir el agente a pie".

Las sanciones que se han conocido por este periódico se realizaron a vehículos que circulaban por la calle Xàtiva y Guillem de Castro. Se estipula como sanción grave "por conducir utilizando manualmente los dispositivos de telefonía móvil". Pero no hay prueba por lo que puede ser fácil de recurrir.

Desde hace ya meses el Ayuntamiento de Valencia anunció que a través de la Policía Local iba a endurecer la aplicación del reglamento. La primera operación que se realizó fue la de denunciar a todos los vehículos que aparcaban en doble fila. La medida provocó tal rebelión entre los conductores que se tuvo que volver a una aplicación más laxa del código. Y es que algunas de las zonas de la ciudad no disponen de gran cantidad de aparcamientos lo que hacía que las sanciones molestaran más. s. P. valencia