Alejaron "los malos augurios" en una noche de fuego y alcohol. Eso sí, la fiesta de San Juan dejó tras de sí más de 70 toneladas de basura que convirtieron la arena de las playa de la Malva-rosa, el Cabanyal y Pinedo en un vertedero incontrolado tras el paso de más de 140.000 personas. A pesar de que el ayuntamiento no concretó el número exacto de suciedad recogida, a las 5 de la madrugada de ayer el litoral mostraba el aspecto de haber sido arrasado por un tsunami. En el transcurso de la fiesta el dispositivo sanitario atendió a 309 personas, de las que 22 fueron trasladadas al hospital. El 42% de los casos fue por intoxicaciones etílicas, entre las que destacó la de una menor, embarazada, que sufrió una semi pérdida de consciencia, y otro afectado que tuvo que ser sacado del mar en estado de pre ahogamiento. Además, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo a 14 personas (por robo con violencia, contra la salud pública, atentado a agente de la autoridad y hurto) y levantó tres actas por droga, y otras dos por intervención de armas.

La noche fue movida, pero sobre las 8 de la mañana, la playa estaba limpia y apta para el baño gracias al batallón de limpieza -de 200 operarios- que entró a las 5.30 horas y no paró un segundo hasta recoger los 70.000 kilos de suciedad. Ni el reparto de 25.000 bolsas de basura, ni la instalación de 9 contenedores de vídrio ni la decisión de acotar la fiesta a un kilómetro de playa consiguió disminuir las consecuencias del desfase de una noche de fiesta en la playa. Eso sí, para limpiar la costa era imprescindible el desalojo de aquellos que, pasadas las 6 de la mañana, aún permanecían en la arena.

Los agentes de la Policía Local no se andaron con tonterías. Es más, los que no salieron por su propio pie o pusieron la más mínima objeción fueron sacados por la fuerza. A la simple frase de "yo no me muevo de aquí" -con signos evidentes de embriaguez- los agentes locales respondieron con contundencia y se encargaron de que todos y cada uno de los presentes salieran de la playa, y rápido.

Hasta las doce de la noche, la fiesta se vivió de una manera moderada. Familias enteras, parejas, turistas y grupos de jóvenes saltaron las hogueras y se mojaron los pies en el mar. Los más atrevidos se bañaron y la gran mayoría disfrutó de beber alcohol frente al mar bajo la atenta mirada de la policía que, como en las Fallas o en las fiestas multitudinarias, no puso ni una denuncia por ingerir alcohol en la vía pública. Por una noche, y con el verano recién estrenado, no hubo ley seca en Valencia. Fuentes de la Cruz Roja aseguraron que, hasta las doce de la noche, atendieron a unas 50 personas por cortes en los pies, quemaduras o contusiones leves. Pero avanzó la madrugada y el alcohol hizo mella. Las atenciones por ingesta masiva de alcohol se incrementaron notablemente y de forma constante hasta las 5 de la madrugada.

Los casos más graves

En total se atendió por embriaguez a 130 personas. El caso de la menor embarazada en estado de semi pérdida de consciencia fue uno de los más graves, junto al joven que casi se ahoga, el de otra persona que fue trasladada al hospital por una insuficiencia respiratoria, una fractura de cráneo y una agresión por arma blanca.

El dispositivo del Cuerpo Nacional de Policía -integrado por entre 80 y 100 agentes- realizó 77 identificaciones y detuvo a 14 personas. Además, se interpusieron 32 denuncias, la mayoría de ellas, por extravío. La Policía Local, por su parte, realizó 8 decomisos, confiscó 38 kilos de alimentos perecederos, cursó 6 denuncias por venta ambulante sin autorización, realizó 46 servicios humanitarios y recogió 158 objetos perdidos. Fuentes del ayuntamiento, además,aseguraron que no hubo altercados por los cortes de tráfico. Y es que cómo llegar a la playa era uno de los temas que más preocupaba a los asistentes de la fiesta, debido al anuncio de las huelgas de metro y de autobuses de la EMT. Pese a los paros de los autobuses, la EMT trasladó a 55.000 vecinos, y FGV hizo lo propio con 50.000 usuarios.

El concejal de Residuos Sólidos, Ramón Isidro, destacó "la conciencia ciudadana" a la hora de utilizar las bolsas de basura del ayuntamiento -se han usado un 40%, respecto al 30% del año pasado- y quiso felicitar a los operarios de limpieza por "conseguir que las playas estuvieran limpias dos horas antes de lo previsto".