Iluminan más y cuestan menos. Con estas dos premisas el ayuntamiento decidió sustituir los 2.090 tubos de neón del puente de Monteolivete por 36 farolas de fundición -con dos luminarias cada una- que ahorran un 92% en el consumo. El consistorio ha consumado el apagado del alumbrado de neón -en blanco y con iluminación a media altura- para instalar las farolas de seis metros de alto que, con luz amarilla, dirigen su foco hacia el suelo y dan al puente una visión bien diferente a la creada por el arquitecto Santiago Calatrava en el proyecto de su parte del paso elevado, la que separa l'Hemisfèric y el Palau de les Arts. Los tubos de neón consumían más de 430.000 kilowatios por hora que suponen el pago de 163.000 euros al año.

La conservación del nuevo alumbrado -que tiene reguladores de flujo para modificar la intensidad- ronda los 3.400 euros al año ya que el consumo es de unos 33.500 kilowatios por hora.

El puente de Monteolivete se inauguró hace diez años y el consistorio no quería asumir por más tiempo el mantenimiento de un alumbrado que, por si fuera poco, además de sumar más de 1,5 millones de euros en gastos fijos ha sido criticado por conductores y usuarios del viaducto por falta de seguridad.

El apagado de l'Assut d'Or aún tardará

El puente contiguo al de Monteolivete -el de l'Assut d'Or- cuenta con la misma iluminación, formada por tubos de neón colocados a media altura para no entorpecer la visión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Y como el de Monteolivete, el gasto de consumo y mantenimiento del alumbrado de l'Assut d'Or supera los 100.000 euros al año. Si pudiera, el consistorio también apagaría los tubos de neón para colocar farolas que consumen menos y alumbran más. Pero no puede. Y es que el ayuntamiento aún no ha recibido el puente de l'Assut d'Or hasta que el arquitecto Calatrava realice ciertas modificaciones. El ayuntamiento seguirá pagando más de 8.000 euros de luz al mes para alumbrar el puente, que aún no es de la ciudad sino de la constructora. m. ros valencia