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­El director del Instituto de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham (Reino Unido), el mexicano Carlos Frenk , es uno de los cosmólogos más prestigiosos del momento. Participa en Valencia, junto a otros 160 expertos mundiales, en unas jornadas sobre física de partículas y cosmología. Frenk expuso ayer en una conferencia algunas de las preguntas clave sobre el origen y composición del Universo, mostrando la evolución del comos a partir de las simulaciones que realiza con superordenadores.

¿Sigue siendo el Universo ese gran desconocido del que apenas conocemos un 4%?

¡Y ni siquiera todo ese 4%! Eso es lo que llamamos materia ordinaria, los átomos de los que están hechos las estrellas, los planetas, los humanos... El resto es materia oscura, el 21%, y el otro 75% energía oscura. Pero incluso de ese 4% que sabemos que existe, apenas una décima parte es visible en forma de estrellas y de nubes de gas. Ha habido un progreso enorme en el conocimiento del Universo y podemos hablar con mucha certeza acerca de muchos eventos, pero al mismo tiempo hay áreas totalmente abiertas, incluyendo cuestiones fundamentales, ya que desconocemos cuál es el origen de la materia y la energía oscura.

¿Qué es la materia oscura?

Hay evidencias contundentes de que el Universo está lleno de materia oscura. Si no fuera por ella no existirían las galaxias, las estrellas, los planetas, ni incluso nosotros. Sabemos que está ahí, pero sin embargo desconocemos qué es. Probablemente sea una partícula elemental. Una de las áreas de mayor interés en este momento es la posibilidad de que finalmente se descubra la materia oscura a raíz de experimentos como el Gran Acelerador de Hadrones de Ginebra, el LHC.

¿Qué nos aporta el estudio de la radiación de fondo cósmica?

Es una de las formas más poderosas que tienen los físicos para interrogar al Universo temprano. Nos da información de las condiciones que existieron en el Universo en el «primer día» de su vida. Estas radiaciones fueron emitidas poco después del Big Bang y son un residuo del mismo. Gracias a esta radiación residual de fondo sabemos: primero, que hubo un Big Bang y cómo empezó el Universo; dos, de qué está está hecho el cosmos, o por lo menos su parte de materia ordinaria; y, tres, podemos ver práctimente con los ojos los fósiles de las galaxias. El origen de las galaxias se remonta al principio del Universo. Y los procesos que dieron origen a lo que hoy llamamos galaxias dejaron una huella en esta radiación de microondas de fondo. Examinar este registro fósil nos permite simular la evolución del Universo, que es a lo que me dedico.

¿Cómo eran aquellas condiciones iniciales que dieron origen a las galaxias?

Fueron pequeñas irregularidades en la estructura, en la distribución de materia y la radiación del universo. Son irregularidades prácticamente imperceptibles, desviaciones en la temperatura de la radiación de una parte en 100.000. En cambio, las galaxias que vemos ahora tienen cientos de miles de millones de estrellas y son estructuras enormes, majestuosas, que vienen de estas pequeñas irregularidades. Esto es una de las cosas más asombrosas del Universo, que el origen de las galaxias se remonte a pequeñas imperfecciones en el momento del surgimiento de nuestro Universo.