La Diputación de Valencia tiene previsto compensar la pérdida de 2.512 asientos de la plaza de toros de la calle Xàtiva, derivada de la remodelación en curso del tendido, con una ampliación del aforo en la parte superior de la plaza, donde están los asientos cubiertos. La reducción del aforo y por tanto de beneficios preocupa a la corporación provincial, propietaria del coso, que contempla ampliar y mejorar el aforo de las nayas y los palcos en una tercera fase.

Según informó ayer Efe, la diputación provincial que preside Alfonso Rus -promotor de la controvertida reforma de la plaza de toros de Xàtiva- tiene sobre la mesa un estudio para ampliar en 1.100 asientos las nayas del monumental coso taurino de Valencia. Las estrecheces actuales en las nayas o andanadas, donde se aprietan cuatro filas de asientos, hacen difícil una ampliación que no afecte a la volumetría de la plaza.

La remodelación del graderío del coso centenario, que tiene un aforo de 17.000 espectadores, pasa por sustituir los asientos actuales por otros de hormigón, con respaldo, más profundos (30 centímetros) y cómodos. El objetivo es ganar en funcionalidad, sin embargo, la mejora en confort supondrá la pérdida de un 15% de las localidades, lo que implicará un aumento de precios en las entradas, según prevé la corporación.

Si la Conselleria de Cultura autoriza la ampliación de las gradas superiores la pérdida de asientos quedaría compensada al menos en parte. Aún haciendo la ampliación de 1.100 asientos, la diputación da casi por seguro un incremento de las tarifas.

La plaza de Toros de Valencia (1850-1860) fue construida por el arquitecto Sebastián Monleón (el mismo que diseñó, entre otros, el Jardín de Monforte) y goza como Bien de Interés Cultural de la máxima protección patrimonial. La misma que tiene la vecina y modernista Estación del Norte.

La Dirección General de Patrimonio ya puso reparos a la colocación de una cubierta hinchable en la plaza por su afección al entorno monumental. El presidente de la diputación y alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, quiere convertir la plaza de Valencia en un referente de ocio de la ciudad capaz de acoger cualquier espectáculo. De ahí la idea de la cubierta retráctil.

Tal como informó este diario, los antiguos tendidos de la plaza de toros de Valencia ya han sido retirados en su totalidad para ser sustituidos por las localidades de hormigón adaptadas a la actual normativa de espectáculos. La intervención se incluye en la segunda fase de reforma a las que se somete el coso valenciano.

La renovación del tendido costará tres millones de euros y estará terminada el próximo mes de diciembre. Dos grúas de gran tonelaje y decenas de operarios trabajan desde que acabó la pasada Feria de Julio en este coso.

En la primera fase de la intervención, con un presupuesto de 335.882 euros, se han reformado los baños, las escaleras y los accesos para adaptarlos a la normativa de seguridad. En la plaza se va a instalar un ascensor para el acceso de personas con movilidad reducida. También se destinarán 147.960 a reparar las humedades y el deterioro de la fachada.

La empresa adjudicataria de las obras, Cleop (Compañía Levantina de Edificación y Obra Pública), la misma que acometió la última gran reforma del coso de la calle de Xàtiva en 1968.

Las obras no afectarán a las barreras y contrabarreras, que seguirán siendo de madera, aunque ésta será reemplazada por una tropical mucho más resistente, debido al deterioro de la actual.

Un coso neoclásico con máxima protección

El gobernador civil de Valencia, Melchor Ordóñez, en colaboración con la Junta del Hospital, encargó en 1850 el proyecto de la Plaza de Toros de Valencia al arquitecto Sebastián Monleón, quien para su construcción se inspiró en el teatro romano de Flavio Marcelo. Es un edificio neoclásico, con 4 galerías y 384 arcos simétricos. Tiene capacidad para 17.000 espectadores.

La plaza de toros se construyó sobre el solar de una plaza anterior que no llegó a terminarse.

El edificio tiene una altura de 17,6 metros de altura y el ruedo tiene un diámetro de 52 metros, según recoge la guía de Valencia del Colegio de Arquitectos de Valencia. Exteriormente, cuenta con cuatro plantas porticadas. En el interior, dispone de un tendido de 24 gradas sobre el que descansan dos galerías apoyadas sobre pilares de fundición.