En los escasos 20 minutos que tenía para almorzar, Víctor Romero decidió acercarse al Ayuntamiento de Valencia para ver, de cerca, la Senyera, "una bandera con la que me identifico al 100%". Y es que, a sus 38 años, este vecino de Valencia capital fue de los pocos que decidió hacer malabarismos con su tiempo para no dejar pasar la oportunidad de ver de cerca el máximo signo del pueblo valenciano. Y es que si alguien visitó ayer la Senyera que había expuesto el ayuntamiento en el Salón de Cristal -en la iniciativa conocida como "Junt a la Senyera"-, esas fueron las personas mayores. Por ello, Víctor Romero quiso reivindicar "una fiesta un poco más orientada a los jóvenes, porque no deben olvidar cuáles son sus señas de identidad".

Los vecinos comenzaron a agolparse en la puerta principal del ayuntamiento dos horas antes de la jornada de puertas abiertas. El inicio del acto fue tumultuoso ya que a las autoridades presentes -con la alcaldesa Rita Barbera y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al frente de la comitiva- se sumó la presencia de tres colegios (Mestalla, Primer Marqués del Túria y Nou d'Octubre) y los representantes de 15 asociaciones de inmigrantes. La alcaldesa Barberá animó a los valencianos a disfrutar, hoy, del día "grande de la fiesta" y reconoció que lo que si hay un acto que le emociona especialmente ese es el de "la bajada de la Senyera desde el balcón del ayuntamiento".

Media hora más tarde, el Salón de Cristal se convirtió en un goteo constante de vecinos que, principalmente, se fotografiaban con la Senyera, y la miraban con ojos de orgullo, pero con curiosidad.

Sin embargo, los absolutos protagonistas de la jornada fueron los mayores. A los valencianos "de toda la vida" se sumaron aquellos que, hace cincuenta años, dejaron sus tierras y emigraron a Valencia en busca de un futuro mejor. Hoy se sienten "valencianos de pura cepa" y reconocen la enseña valenciana como propia.

Josefina Blasco es "de pura raza valenciana", nacida en la calle Botánico, seguidora de la Mare de Déu dels Desemparats y amante de la Senyera y de las tradiciones valencianas. Esa devoción y amor a Valencia lo aprendió desde bien pequeña. Y a sus 77 años lo traslada a sus hijos y a sus nietos. De la misma opinión es Julia Juan (59 años). "Como buena valenciana en mi casa me enseñaron a vivir las tradiciones y a respetar la Senyera.Hace 15 años la fiesta no era como la de ahora. Éramos 4 gatos. Hoy tiene mucha fuerza. ¿Ver la Senyera tan cerquita? Era algo que no me podía perder. Y si no fuera fiesta, venía con toda la familia", afirmó con orgullo.

En defensa del rey o en son de paz

Desde los tiempos del rey Jaume I, la Senyera -también llamada Bandera Real de Valencia- es la enseña de la ciudad. La primera referencia escrita data de 1261 y está en el "Llibre dels Furs". El día que fijaba el Consell para que la bandera saliera -al campo de batalla o a surcar las aguas del mar para defender los derechos del rey, aunque también en son de paz- la Senyera era bajada de la muralla o torre en donde estaba situada de forma vertical, a fin de que no se inclinase ni humillase ante nadie, prerrogativas de su dignidad y realeza. Con este ceremonial y guardando un distinguido protocolo, la Senyera salió de esta manera durante toda la Edad Media y la Edad Moderna. En la actualidad, abandona el ayuntamiento el 9 d'Octubre para conmemorar la entrada a Valencia de las tropas del rey Jaume I.