Un nutrido grupo de hosteleros de la zona de Xúquer se han organizado para reclamar una ordenación del ocio en la ciudad, con los mismos horarios en todos los barrios, y luchar contra el botellón que se organiza cada fin de semana en el entorno del barrio de San José. "No puede ser que unos vecinos tengan más derechos que otros porque protesten más o que unos locales tengan más derechos que otros porque estén más organizados", dicen estos hosteleros, que aseguran que después de quince años de ZAS ya han sufrido suficiente "castigo".

La unión de estos hosteleros -alrededor de treinta, dicen- se ha materializado en la entidad Xúquer Hosteleros Asociados, cuya acta de constitución y estatutos fue registrada en la Conselleria de Economía y Hacienda el pasado 14 de septiembre.

Lo han hecho porque la zona de Xúquer, declarada Zona Acústicamente Saturada hace quince años, ha sufrido durante todo este tiempo medidas muy restrictivas y ahora, además, tiene que enfrentarse al botellón y ver con sorpresa cómo en otros barrios de la ciudad se imponen también medidas contra el ruido mucho más benévolas para los locales.

Respecto al botellón, aseguran que todos los fines de semana se reúnen cientos de jóvenes en el entorno del barrio de San José causando molestias a los vecinos y un grave perjuicio a los locales, pues "la policía en vez de evitar la concentración se dedica a vigilarnos a nosotros". Afirman, así mismo, que hay una serie de locales de "dos quintos por un euro" que están reventando sus negocios y que atraen a muchos jóvenes a las calles, con lo que eso supone para el descanso del vecindario.

Por lo que se refiere a los horarios, Xúquer Hosteleros Asociados dice asistir con sorpresa a declaraciones de ZAS mucho menos rigurosas que la suya y distintas entre sí. En su zona, por ejemplo, tienen que cerrar las terrazas a las 12, los bares a la 1 de la madrugada, los pubs a las 2 y la discotecas a las 3, mientras que en la nueva ZAS del Carmen, por ejemplo, las terrazas pueden estar hasta la 1 y los pubs siguen cerrando a las 3,30.

A su juicio, el nivel de protestas no puede ser el criterio para tomar unas medidas u otras. "En todos los sitios hay los mismos problemas y todos tenemos los mismos derechos", dicen, de manera que su primera petición al Ayuntamiento es que acabe con el caos de horarios que existen en la ciudad y unifique unas medidas para todos los barrios. Lo que no pueden seguir soportando es el acoso a "un grupo de empresarios que ha acatado las normas y velado por el orden público".