La factura de la luz se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza del Ayuntamiento de Valencia. Hace meses que la eléctrica se plantó y empezó a reclamar por el retraso en los pagos. La respuesta del ayuntamiento fue cambiar de proveedor y adjudicar el servicio a Unión Fenosa. Pero Iberdrola sigue reclamando, hasta el punto de que la comisión municipal de Hacienda celebrada ayer aprobó un nuevo reconocimiento extrajudicial de obligaciones -el noveno en lo que va de año- para pagar a la eléctrica. El reconocimiento de obligaciones, lo que se denominan facturas en el cajón, asciende a 1,8 millones de euros y el 70% irá destinado a enjugar la deuda con Iberdrola.

En concreto se abonarán dos facturas pendientes de pago de 1,2 millones de euros de este año y otros 47.113 euros de una factura de noviembre de 2009.

El concejal de Presupuestos, Silvestre Senent, ultima una nueva modificación de créditos para reajustar las partidas presupuestarias, que mañana se aprobará en una comisión de Hacienda extraordinaria.

El concejal socialista Juan Ferrer advirtió ayer al término de la comisión de Hacienda de que "es necesario que el equipo de gobierno municipal realice un esfuerzo para reducir la factura de la luz". Según los cálculos del PSPV, la deuda con Iberdrola ascenderá a final de año a 21 millones de euros, 17 si el plan de austeridad se ha aplicado con eficacia. En todo caso, una cantidad excesivamente alta teniendo en cuenta que el ayuntamiento sólo tiene consignados, según la liquidación de septiembre, 600.000 euros para hacerle frente.

Silvestre Senent aseguró que sólo deben a Iberdrola 12 millones, 3 de 2009 y 9 de este año, casi la mitad de lo que dice el PSPV.

Las empresas potentes sí cobran

En cualquier caso, Ferrer apuntó que las prisas del consistorio por pagar a Iberdrola "no pueden deberse a otro motivo que a las presiones de la compañía" por lo que lamentó que "sólo las multinacionales potentes cobran del ayuntamiento, mientras el pequeño proveedor o no cobra o cobra más tarde".

En la comisión de Hacienda también se aprobó la suscripción de dos nuevos créditos bancarios por valor de 10,6 millones de euros que el ayuntamiento dejó sin cubrir este verano porque los intereses que ofrecían los bancos le parecían demasiado altos y optó por esperar para negociar mejores condiciones. La operación no le ha salido bien y ahora tendrá que pagar un interés superior al que las entidades le ofrecieron en julio.

Mientras el pasado mes de julio Bancaja ofrecía hacerse cargo de la totalidad del crédito a un interés de 2,5% (mas el Euribor) el crédito aprobado ahora con Caixa Penedés por valor de 3 millones tiene un interés del 2,25% y el contratado con el BBVA por 7,6 millones, un interés del 2,65. Lo anterior evidenciaría que los bancos endurecen cada vez más las condiciones para prestar dinero a la corporación. El ayuntamiento ha contratado este año créditos por importe de 78 millones de euros.