El Museo del Transporte, que se planifica desde hace casi tanto tiempo como el Parque Central de Valencia, tendrá dos sedes, según aseguró ayer el director general de Transportes, Vicente Dómine, en un desayuno de trabajo para presentar la publicación "Grandes estaciones del siglo XXI. Reinventando el centro de la ciudad". Una de las sedes estará en la nave de Demetrio Ribes rehabilitada en la Estación del Norte, en la zona recayente a la calle Filipinas, donde se van a colocar las verjas históricas restauradas que se retiraron de la calle de San Vicente Mártir.

La otra sede del Museo del Transporte estará en los antiguos talleres de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en Torrent, donde se almacenan las 40 piezas históricas restauradas que incluyen un tranvía de caballos, un trolebús o una panderola de madera. En este recinto los trenes incluso podrían circular en un itinerario cerrado. Dómine también invitó al debate sobre los usos que deberá tener la Estación del Norte cuando se construya la Estación Central.