La decisión del equipo de Gobierno municipal de sacar de los presupuestos generales de 2010 la partida de 2,3 millones de euros destinada a obras de emergencia en el monasterio de San Vicente de la Roqueta han sentado mal en el colectivo vicentino. Aunque ahora será trasladada al Plan Confianza de la Generalitat Valenciana, creen que esto es un nuevo aplazamiento para unas obras a las que se les ha caído por el camino el apelativo de emergencia.

La portavoz de este malestar ha sido Rosa Araixa, presidenta de la Cofradía San Vicente Mártir de Valencia. En su opinión, el Ayuntamiento está aplazando permanentemente esta obra porque no sabe qué uso darle o quiere darle un uso distinto del que reclaman los colectivos vinculados al santo. Tribunal Internacional del Agua, Hemeroteca Municipal, Museo Sorolla, Academia Valenciana de la Lengua y hasta instituto de secundaria han sido algunas de las ideas planteadas por las administraciones local y autonómica, pero las entidades vicentinas quieren que el monasterio conserve un uso asociado al mártir y al catolicismo, aunque también tenga un componente social. Su última propuesta ha sido precisamente convertir el complejo en un centro asistencial para enfermos mentales.

Pese a este aplazamiento, Rosa Araixa espera que la obra siga adelante y confía en que haya "un gesto" antes de las elecciones del mes de mayo, pues "hay muchas personas preocupadas por todo lo que rodea a la Roqueta".

San Vicente Mártir, cuya presidenta envió hace tres semanas una carta al arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, pidiéndole que "tome las riendas de la recuperación histórico-religiosa del primer monasterio de la era cristiana en Valencia y lugar emblemático del Cristianismo".

Araixa justifica su petición por el edificio en sí mismo y por los restos arqueológicos que esconde, entre ellos un templo constantiniano, el probable enterramiento de San Vicente o al menos símbolos del martirio.

"Lo que está claro es que no quieren que la Roqueta se dedique a San Vicente Mártir y hasta ahora la jerarquía eclesiástica no ha querido tomar cartas en el asunto", declara Rosa Araixa, que opina que "de la misma manera que se ha cedido la nave de la Cros para un templo dedicado a los mártires de la Guerra Civil se puede ceder el monasterio de la Roqueta para su recuperación como primer lugar de culto del Cristianismo valenciano".

Carta vicentina a monseñor Osoro

Reverendo padre. Como usted sabe, numerosas asociaciones seguidoras y devotas de San Vicente Mártir, que somos gran parte de la ciudadanía religiosa que tiene esta diócesis y que siempre les ha apoyado a usted y a su antecesor incondicionalmente, venimos reivindicando se trate con el máximo respeto al Monasterio de la Roqueta, máxime sabiendo por expertos que han estudiado el subsuelo de dicho monasterio que existe restos de un templo constantiniano, que han sido hallados restos del siglo III, y que según estudiosos del tema existe la posibilidad de que todavía este allí el cuerpo de San Vicente Mártir y, como mínimo, símbolos del martirio. Por ello, solicitamos una vez más, después de tantos años de reivindicación pacífica, tenga usted a bien el tomar las riendas de la recuperación Histórico-religiosa del primer monasterio de la era cristiana en Valencia y, por otra parte, lugar emblemático del cristianismo.

Esta petición esta justificada dado que próximamente va a usted a inaugurar un nuevo templo dedicado a los mártires de la guerra civil. Muchos católicos nos preguntamos extrañados el porqué se inauguran tantos templos (cosa que nos agrada) y no se intenta, por parte de la Iglesia y de los responsables de la cultura valenciana, la recuperación del lugar que los vicentinos no nos cansaremos nunca de defender. Por lo tanto le suplicamos su protección como pastor de toda la Iglesia Valenciana.

Besa su mano afectuosamente, Rosa Araixa.