El proyecto de reforma de las grandes vías de Valencia, que consiste básicamente en embaldosar los paseos de tierra del jardín centenario, está a punto de ser ejecutado. El plan de la Concejalía de Medio Ambiente es tener terminada la obra antes de Fallas tal como fue concebida, sin atender las críticas y propuestas realizadas desde distintos colectivos. Los vecinos entienden que esta obra, que costará más de 4 millones de euros, no es una prioridad en tiempos de crisis ni debe hacer perder la esencia histórica de estos espacios; Valencia en Bici cree que debería aprovecharse la reforma para habilitar un carril bici junto a las aceras; y el Colegio de Ingenieros Agrónomos ha reclamado más participación en el proyecto, que tiene como protagonista al jardín que trazó Francisco Mora y Berenguer en el año 1912.

El plan municipal para las Grandes Vías de Fernando el Católico y Marqués del Turia ha sido puesto en marcha por el Ayuntamiento de Valencia con cargo al segundo Plan Zapatero. En principio, la inversión prevista era de 2,7 millones de euros para la primera y 2,3 para la segunda, aunque finalmente la licitación ha bajado el coste global a 4,6 millones.

El proyecto

El objetivo del proyecto es básicamente reordenar el jardín para recuperar su trazado histórico y cubrir el paseo, que siempre ha sido de tierra, con una baldosa porosa que supuestamente no perjudicará a las palntas y que acabará con los charcos que se forman a lo largo del espacio. Según el texto, la zahorra que cubre la parte central de las Grandes Vías se ha compactado con el tiempo y en la actualidad produce "anoxia radicular" a las plantas (asfixia), así como baches y agujeros, particularmente cuando llueve, que "pueden devenir en caídas o tropiezos de serias consecuencias".

El pavimento elegido también ha sido tratado químicamente para reducir la contaminación por óxido de nitrógeno y limitar la formación de ozono. "Por último -dice el proyecto- se ha previsto la instalación de una nueva red de riego con el fin de reducir y mejorar el consumo hídrico del jardín existente". Así mismo, se sustituirá el mobiliario urbano para colocar otro más acorde con la "normativa actual".

El plan, que no ha despertado grandes adhesiones, sí ha provocado algunas fobias, o al menos varias críticas. La más básica ha llegado de la entidad vecinal Cercle Obert de Benicalap, que entiende que "ante la grave crisis económica que padecemos todos los valencianos, las instituciones públicas tienen que asumir unos retos y aplicar la austeridad y el control del gasto público, evitando invertir en grandes eventos u obras que no obedezcan a necesidades vitales".

Para ello, sugiere mayor coordinación de las administraciones valencianas y dar prioridad a los "proyectos e iniciativas que redunden en un beneficio general".

De todas formas, si el proyecto sigue adelante, como parece, Cercle pide que se respeten los elementos ornamentales, que se mantenga el rodeno rojizo de los encintados perimetrales y se recupere el acabado superficial con morterenca para evitar que la baldosa afecte a la vegetación.

También los concejales socialistas presentaron una moción a la Comisión de Urbanismo para que se aprovechara la reforma interior de las grandes vías y se facilitara el tráfico de bicicletas, uno de los grandes déficits de la ronda. A su juicio, el proyecto debería contemplar la creación de un carril bici adosado al jardín, así como la anulación de alguno de los cambios de sentido para prolongar los tramos de paseo.

Incluso el Colegio de Ingenieros Agrónomos recurrió el proyecto en lo referente a la dirección de obras porque entendía que debía ser uno de sus profesionales quien dirigiera el proyecto, y no reducir su presencia a la de meros colaboradores de un ingeniero de caminos o un arquitecto.

Valencia en Bici convoca la primera "bicifestación"

Resueltas negativamente todas las alegaciones hechas al proyecto, ha sido un colectivo ciclista, Valencia en Bici, el que ha decidido llevar su protesta a la calle. El próximo sábado, 6 de noviembre, a las 11.30 horas, en el paseo de la Alameda, comenzará una "bicifestación" que transcurrirá por las grandes vías y que tiene por objeto pedir que se aproveche la reforma de estas arterias de la ciudad para resolver el problema del tráfico de bicicletas. Su propuesta, no obstante, ha ido variando con el tiempo. La solución, a su juicio, ya no es construir un carril bici por el jardín, sino hacer ese carril junto a las aceras exteriores desplazando el carril-bus hacia el centro de la calzada. Para que no haya problemas con las paradas de la EMT, en estos puntos el carril bici se subirá a la acera y ésta saldrá hasta el carril-bus.

El jardín interior de las Grandes Vías de Valencia data de principios del siglo pasado y puede considerarse uno de los "conjuntos más monumentales de la ciudad", según constata el propio proyecto de reforma aprobado por el Ayuntamiento de Valencia y actualmente en fase de licitación.

El jardín de la Gran Vía Marqués del Turia, en concreto, puede entenderse como "un jardín a la valenciana" que responde "a los más elementales cánones de la jardinería vernácula de la tierra", cuya base son los jardines mudéjares con el añadido de tradiciones romanas, griegas y cristianas.

En toda su extensión se reparten formas rectangulares, templetes, emparrados o pérgolas, así como fuentes y balsetas ordenadas simétricamente y "con un eje axial muchas veces definido por el elemento acuático".

Y el resultado es "un paseo sombreado por plátanos, con setos diversos e islas de vegetación". "En algunos cruces hay importantes conjuntos escultóricos rodeados por notables ejemplares arbóreos", añade el proyecto en su parte preliminar, que no pasa por alto el hecho de que en este jardín se instale todos los años la Feria del Libro de Ocasión.

El documento, sin embargo, justifica la utilización de baldosas para pavimentar las zonas de paseo ahora cubiertas de zahorra, ya que "seguirá una composición clásica, perfectamente entendible dentro de la recuperación del hacer vernáculo de la jardinería valenciana".

La obra transformará «un jardín a la valenciana» con base mudéjar

El jardín interior de las Grandes Vías de Valencia data de principios del siglo pasado y puede considerarse uno de los «conjuntos más monumentales de la ciudad», según constata el propio proyecto de reforma aprobado por el Ayuntamiento de Valencia y actualmente en fase de licitación.

El jardín de la Gran Vía Marqués del Turia, en concreto, puede entenderse como «un jardín a la valenciana» que responde «a los más elementales cánones de la jardinería vernácula de la tierra», cuya base son los jardines mudéjares con el añadido de tradiciones romanas, griegas y cristianas.

En toda su extensión se reparten formas rectangulares, templetes, emparrados o pérgolas, así como fuentes y balsetas ordenadas simétricamente y «con un eje axial muchas veces definido por el elemento acuático».

Y el resultado es «un paseo sombreado por plátanos, con setos diversos e islas de vegetación». «En algunos cruces hay importantes conjuntos escultóricos rodeados por notables ejemplares arbóreos», añade el proyecto en su parte preliminar, que no pasa por alto el hecho de que en este jardín se instale todos los años la Feria del Libro de Ocasión.

El documento, sin embargo, justifica la utilización de baldosas para pavimentar las zonas de paseo ahora cubiertas de zahorra, ya que «seguirá una composición clásica, perfectamente entendible dentro de la recuperación del hacer vernáculo de la jardinería valenciana».