La Concejalía de Alumbrado ha destinado a farolas 11 millones de euros de los dos planes gubernamentales de inversión local, lo que representa el 5% de la inversión realizada en la capital para intentar paliar los efectos de la crisis. Dentro de la renovación de luminarias que el concejal de Alumbrado, Francisco Jurado, ha llevado a cabo con cargo al Estado destacan las luminarias del "modelo Mahuella" del puente de Montolivet, en el tramo de la Ciudad de las Ciencias, que han costado 4.344 euros la unidad.

En el citado tramo se han instalado 19 faroles de este tipo, lo que eleva el coste a 82.544 euros. El gasto forma parte de un paquete de renovación de luminarias de 746.000 euros adjudicado a Etralux, una de las dos contratas de alumbrado de la ciudad. La empresa se adjudicó el contrato por 680.000 euros, si bien la semana pasada la junta de gobierno le aprobó un exceso de gasto de 50.000 euros justificado por el exceso de unidades renovadas.

La concejala socialista Carmina del Río citó ayer este expediente como ejemplo del derroche en alumbrado público del equipo de gobierno de Rita Barberá y de la ausencia de una política seria de control del gasto en alumbrado. La última decisión errática de la alcaldesa ha sido volver a conectar las farolas que apagó en julio para ahorrar al entender que los reguladores de flujo instalados permiten encender todas las luminarias sin gastar más. Ante esta situación, del Río reclamó al gobierno local que encargue una auditoría que fiscalice el gasto en alumbrado y establezca por dónde se puede reducir la factura.

Barberá anunció hace cinco meses que se desconectarían el 50% de las farolas de algunas calles para ahorrar en la factura de la luz. La decisión de volver a encenderlas, dijo Carmina del Río, evidencia que el motivo del apagado indiscriminado de luminarías no era la conciencia ecológica del ayuntamiento sino que "no había dinero para pagar a Iberdrola", a la que se deben 12 millones de euros, según el PP. Para el PSPV, no puede ser que Valencia consuma casi lo mismo en alumbrado que Barcelona, que tiene el doble de habitantes y sólo la mitad que Madrid, que tiene cuatro veces más. "El PP lleva 19 años diciendo que se están instalando reductores de flujo para consumir menos, sin embargo, no reduce ni el consumo ni el gasto", remachó del Río.