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La Asociación de Vecinos del Botánico, la única que aún no se había pronunciado sobre la reforma del jardín interior de las grandes vías de Valencia, se ha mostrado de acuerdo con el proyecto. Su presidente, Manolo Carles, asegura que ellos sí fueron consultados en el mes de febrero y que dieron su apoyo, ya que el concejal de Medio Ambiente, Ramón Isidro, les dijo que únicamente se iba a pavimentar un "pasillo" de unos dos metros para que pudieran transitar los peatones sin pisar charcos. Las informaciones de Levante-EMV lo forzaron, sin embargo, a hacer ayer una segunda comprobación en la concejalía y pudo conocer de primera mano que la idea del Ayuntamiento es la de pavimentar todo lo que está de tierra, una nueva versión que también acepta porque "si se hiciera un pasillo también habría que pisar la tierra para llegar a los bancos laterales".

El proyecto de reforma de las grandes vías Fernando el Católico y Marqués del Turia, que costará 4,6 millones de euros financiados por el segundo Plan Zapatero, consiste básicamente en el adoquinado con piedra porosa de todo lo que está cubierto de tierra morterenca. El objetivo, según el plan, es acabar con una tierra que se ha compactado con el tiempo y dificulta la alimentación de las plantas, además de quitar los agujeros y los charcos que tanto molestan a los peatones.

La obra, sin embargo, ha generado protestas generalizadas de los vecinos, que no ven adecuado el gasto en tiempo de crisis y que entienden que adoquinar un paseo centenario es acabar con su esencia.

La única asociación directamente implicada en la obra que faltaba por opinar era la del Botánico, a la que pertenece la gran vía Fernando el Católico, y lo ha hecho para defender el proyecto, tanto en su versión primera como en su versión final, aunque ésta con menos entusiasmo.

Manolo Carles, presidente de la entidad vecinal, explicó ayer por la mañana que conoce el proyecto desde el mes de "febrero o marzo". "Había que arreglar el riego en la Gran Vía y puesto que había que abrir el bulevar la Concejalía de Medio Ambiente decidió que podían aprovechar el momento para remodelarla", dijo Carles, que asegura que "esto es de sentido común" y, de paso, se acaba con "desaguisados anteriores".

Sobre el adoquinado del paseo, el dirigente vecinal dijo que no era tal, que "hay una mala información" al respecto. "La Gran Vía no se puede asfaltar, pero es verdad que cuando en la tierra caen cuatro gotas se hace intransitable y por eso se ha pensado en adoquinar un espacio para caminar, un espacio que no está delimitado, que puede ser de unos dos metros, para que puedan cruzarse las personas en ambos sentidos".

Más concretamente, Carles define a este espacio como "un pasillo pisable y transitable". "A mi me gusta pisar tierra y pisar verde, pero para hacer transitable un lugar hay que hacer un paso". "Eso es", responde el dirigente vecinal, cuando se le pregunta si podría parecerse a una especie de carril-bici para peatones.

Cambio de planes, igual apoyo

De todas formas, Carles no se quedó tranquilo con sus declaraciones y dijo que se pondría en contacto con el concejal Ramón Isidro, al que elogió repetidamente, para confirmar su idea del proyecto. Y así lo hizo. Y lo que comprobó es que el pasillo es historia y que la idea final es, efectivamente, adoquinar todo el paseo.

Aún así, su idea es seguir apoyando el proyecto, aunque por su actitud y sus palabras, con bastante menos entusiasmo. En declaraciones realizadas ayer por la tarde, cuando ya tenía toda la información, Carles dijo comprender el adoquinado general, porque, según le explicaron, "si hicieran sólo un pasillo habría que pisar también el barro para ir a los bancos laterales".

"La verdad es que el proyecto no cambia esencialmente y una vez explicado técnicamente nos parece asumible", dijo Carles. En su opinión, "la obra en su conjunto es aceptable", pues en la actualidad la gran vía Fernando el Católico "no tiene uso alguno y está llena de mendigos y vagabundos". "Esto mejora la situación y hace más usable el jardín", dijo el dirigente vecinal, que asegura que "muchas veces no se puede hacer todo como se quiere porque no es práctico".

En lo que no está de acuerdo con el proyecto es en la ausencia de un carril para bicicletas. No sabe cuál sería la mejor solución, pero cree que algo se debería haber hecho en este sentido.