Un muro de la comisaría de Zapadores se desplomó ayer sobre un aparcamiento situado en el interior del recinto policial. Las piedras del muro, que tenía unos cuatro metros de altura, destrozaron varios vehículos particulares de los funcionarios del Cuerpo. Afortunadamente el accidente sólo ha producido daños materiales.

La caída del muro no sorprende dado el mal estado de las instalaciones de Zapadores. Los sindicatos de policía nacional llevan años protestando por la situación de ruina de este complejo.

Fuentes del sindicato Unión Federal de Policía (UFP) han denunciado que el cuartel policial "se cae a trozos" y aunque se alegran de que no haya que lamentar ningún daño personal se muestran indignados con el estado en que han quedado los coches privados de los funcionarios. "Si esto fuera una empresa privada la cerraría. Somos profesionales y sólo queremos desarrollar nuestro trabajo dignamente y en un lugar adecuado", criticaron fuentes del citado sindicato.

Unas reformas atrasadas

En 2008 la entonces vicepresidenta del Gobierno MªTeresa Fernández de la Vega se comprometió a destinar 30 millones de euros para la remodelación de la comisaría, pero hasta ahora no se ha realizado ninguna actuación.

Por otra parte, el pasado mes de septiembre Ricardo Peralta, el delegado del Gobierno de la Comunitat Valenciana, declaró que se tiene previsto terminar este año el proyecto para poder comenzar las obras en el cuartel. Según Peralta el proyecto es "extremadamente complejo" y las obras de reforma, al tratarse de "una gran infraestructura policial", costarán "años".

UFP ha denunciado la dejadez del Gobierno, que se comprometió a comenzar las obras en 2009 o como muy tarde a principios de 2010 y aún no han comenzado.