La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se desmarcó ayer de la gestión de Emarsa y de su gerente, Esteban Cuesta, el principal acusado en la querella presentada por la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) por un supuesto delito de estafa, administración desleal y malversación de fondos públicos en la depuradora de Pinedo. Barberá aseguró que el Ayuntamiento de Valencia no tiene capacidad de decisión e incluso que apoya y forma parte de esa querella, mientras que de Cuesta pidió que "cada palo aguante su vela".

Según Barberá, "el Ayuntamiento de Valencia no tiene mayoría ni mucho menos en el consejo de Emarsa, que es el que ha tomado las decisiones. El Ayuntamiento tiene un voto como tienen otros 18 ayuntamientos", dijo. "Donde tenemos mayoría -continuó la alcaldesa- es en la asamblea general del Emshi, que no toma decisiones, sólo recibe las cuentas".

Por otro lado, explicó que la citada querella contra varios proveedores y dos administradores de la depuradora de Pinedo "no la ha presentado el señor Crespo", alcalde de Manises del PP. "Crespo la firma porque es el presidente de Emarsa y en una reunión de la asamblea se tomó el acuerdo unánime de presentar una querella contra quien pudiera haber cometido alguna irregularidad", declaró. "Esta señora -señala a la concejala María Àngels Ramón-Llin-, que es la representante del Ayuntamiento, también se ha querellado, luego el ayuntamiento ha reaccionado. Que quede bien clarito. Esta señora, en nombre del ayuntamiento, se ha querellado también", insistió.

La alcaldesa destituyó a Cuesta

Respecto a Esteban Cuesta, gerente de Emarsa y principal acusado en la denuncia, fue tajante: "El que la haya cagado, que cada palo aguante su vela". "Este señor -explica- salió elegido en una votación para miembro del partido en las pedanías y yo lo cesé como alcalde pedáneo de Benimàmet cuando fuimos a inaugurar una iluminación y no había preparado nada".

En conclusión, Rita Barberá asegura que no tiene nada que ver con la polémica gestión de Emarsa. "Ni he decidido, ni he nombrado ni he tenido la menor intención en ningún nombramiento ni tengo allí delfines ni gente de confianza", precisó.

A su juicio, aquí lo único que hay es "una hambronería del PSOE" por vincularla con esto. "Como son incapaces de ganar honestamente en las urnas, recurren a la corrupción moral que les llena la cabeza", pero "yo no voy a aguantar más. Yo aguanto muchas cosas, pero no voy a aguantar que me intenten involucrar como si fuera una delincuente", aseveró Rita Barberá, que recordó a Carmen Martínez, alcaldesa socialista de Quart de Poblet, que si, como dice, no se retracta de sus acusaciones en el acto de conciliación del próximo día 18, "habrá querella".

Tras las declaraciones de la alcaldesa de Valencia, la concejala María Àngels Ramón-Llin ofreció una rueda de prensa para detallar algunas de sus apreciaciones. En su calidad de representante de Valencia en el Emshi, explicó que las auditorías de Emarsa no habían detectado nunca ninguna irregularidad" y que cuando se detectaron las primeras, aún siendo de escasa relevancia, fue el Ayuntamiento de Valencia el que pidió su disolución.

Posteriormente, dijo, se creó una comisión liquidadora y fueron los técnicos de ésta quienes propusieron presentar la querella, propuesta que fue aprobada por unanimidad de los representantes políticos, es decir, PP, PSPV y EU. "Lo que ha pasado en Emarsa es grave, preocupante y queremos que se busque a los responsables", concluyó Ramón Llin.