Notó algo "duro" en su hamburguesa y sacó un rabo de rata. José Moros afirma que, para no causarle un trauma a su hija de 9 años, cogió lo que acababa de encontrar en su plato, lo guardó en una servilleta y se fue directo hacia la encargada del local que no supo explicar ni cómo había llegado "eso" hasta allí ni qué era lo que había podido pasar. Los hechos ocurrieron el pasado sábado, y José Moros aún no se ha respuesto ni del asco ni del susto.

Con gran estado de ansiedad, y sin parar de vomitar, el afectado acudió al centro de salud en el que trabaja, donde le remitieron al hospital por "ingesta accidental de rata". Allí le pusieron la antitetánica y le atendieron por "intoxicación alimentaria". En dos ocasiones más, el afectado ha tenido que volver al hospital al tener fiebre y vómitos.

Sin embargo, la indignación que sintió el afectado le animó a ir al juzgado de guardia -donde interpuso una primera denuncia mientras su abogado redacta una más extensa-, a la inspección de la Conselleria de Sanidad y a las asociaciones de defensa del consumidor. "Exijo que cierren el local porque entiendo que, aunque es algo rarísimo e inusual, no debería haber pasado jamás. Nadie sabe lo que es esto", afirma.

Desde el local aseguraron que están analizando el "agente extraño" encontrado y que la empresa cuenta con todos los proveedores homologados, además de contar con un sistema de análisis de puntos de control críticos.