Los valencianos de hace 300 años se burlaban del Padre Tosca, que cargado de extraños instrumentos iba por las calles midiendo palmo a palmo aquel «vulgo del Cid», llamándole «el Capellà de les Ratlletes». Hoy, sus descendientes pueden consultar en su ordenador no solo el plano del célebre presbítero sino también otros 28 mapas que resumen mas de cuatro siglo de cartografía histórica del «Cap i Casal». Y esto, más que a un milagro de la técnica, se debe a la perseverancia de dos arquitectos, Amando Llopis y Luis Perdigón, que llevan 30 años buceando en los archivos en busca del tesoro de los mapas.

Llopis, miembro de Vetges Tu y Mediterránea, y Perdigón, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) de la Universidad Politécnica y director de su archivo histórico, firman la «Cartografía histórica de la ciudad de Valencia (1608-1944)» que acaba de publicar la UPV. Una joya en formato de libro de bolsillo con dos DVD con 29 mapas históricos digitalizados que según Llopis, «nos dan las claves para entender esta compleja ciudad que es Valencia».

La obra arranca con el plano de la Valencia bajomedieval y renacentista que, en vísperas de la expulsión de los moriscos, llevó a cabo Antonio Manceli en 1608, y concluye con el excepcional Plano del Término Municipal de Valencia realizado entre 1929 y 1944 por el Instituto Geográfico y Catastral. Perdigón destaca que es la primera vez que se digitalizan las 421 hojas de 110 x 150 cm de este mapa a escala 1:500. El estado del territorio en cada momento y las propuestas de reformas que no pudieron ser completan el volumen. Todo, digitalizado a una altísima resolución que permite consultar cada mapa con un aumento de hasta el 400%.

La primera edición de 800 ejemplares se ha agotado en dos semanas y ya se prepara una reedición de 500. El precio de venta es de 14 euros para la comunidad universitaria y 28 para el público en general.

El vuelo de 1944: Una ciudad divida por las vías del ferrocarril

La edición definitiva de la cartografía histórica de Valencia de Llopis y Perdigón culmina con un auténtico regalo, la digitalización de las 20 fotografías aéreas del fotoplano de Valencia que encargó Renfe en 1944 a la Compañía Española de Trabajos Fotogramétricos Aéreos (Cetfa). Estas imagenes a una escala 1:5.000 se ordenaron para un proyecto de reforma ferroviaria y urbanística que, según Perdigón, «fue el origen del Plan Sur para el desvio del Turia». Fueron la base de un proyecto para suprimir los 263 pasos a nivel de Valencia que «dificultaban enormemente las comunicaciones». «La ciudad estaba cargada de líneas de ferrocarril en superficie y ante la dificultad de soterrar las vías por las condiciones geográficas, ya que el río lo hacía difícil, se planteó la posibilidad de desviar el cauce mucho antes de la Riada de 1957». En la imagen superior la hoja del fotoplano correspondiente al área norte del puerto, donde se aprecia las vías y la zona del Cabanyal-Canyamelar.